Mikel INSAUSTI
Crítico cinematográfico

La obsesión por Arrakis

Pronto veremos lo que ha hecho el quebequés Denis Villenueve con la mítica novela “Dune”, que Frank Herbert escribió en 1965. Durante mucho tiempo se pensó que era inadaptable, y más cuando el chileno Alejandro Jodorowsky fracasó en el intento una década después, porque su visionario proyecto consistente en una película de diez o doce horas de duración no tenía salida comercial. Iba a llevar música de Pink Floyd, Moebius trabajó en el guion gráfico, el diseño artístico era de HR Giger, los efectos especiales de Dan O’Bannon y el imposible reparto incluía a Mick Jagger, Salvador Dalí, Orson Welles, David Carradine y Udo Kier. Una completa locura.

La maldición de “Dune” se cebaría después con David Lynch, que tampoco pudo acabar como quería su versión de 1984 por problemas creativos con el productor Dino De Laurentiis. En medio está la saga de “Star Wars”, que siempre se ha dicho que tomó muchos elementos de tan influyente libro de ciencia-ficción. Y en el 2020 le toca el turno a Villeneuve, al frente de lo que la prensa especializada ya ha definido como el “Star Wars” para el público adulto. El mayor desafío consiste en conciliar espectáculo de acción y ambición artística, algo extensible a un reparto donde los luchadores Jason Momoa y Dave Bautista tratarán de encajar con Charlotte Rampling, Timothée Chalamet, Josh Brolin o Javier Bardem.