En una comparecencia ante los medios en la que estuvieron presentes el portavoz del grupo municipal de EH Bildu, Joseba Asiron, y los concejales Maider Beloki y Joxe Abaurrea, el primero de ellos anunció que van a recurrir tres de los cuatro autos judiciales dictados sobre el forcejeo del txupinazo de 2019. En concreto, los relacionados con la designación de Abaurrea como investigado por un supuesto atentado contra la autoridad, el archivo de la denuncia interpuesta por Beloki por lesiones y el archivo de la denuncia del grupo municipal contra la concejal Carmen Alba por los mismos supuestos penales que se achacan a Abaurrea.

Asiron explicó que la decisión de recurrir los autos se basa en que «no compartimos en absoluto ni las decisiones tomadas por esta juez, ni el relato que hace de los sucesos acaecidos aquel día».

Recordó que el origen de «la trifulca» del 6 de julio de 2019 estuvo en «una decisión política injusta dictada por Enrique Maya como jefe de la Policía Municipal con el objetivo de generar tensión en un acto en el que una de las identidades presentes en la ciudad no debería ser criminalizada». Al respecto, remarcó que la Ley de Símbolos en la que Maya sustentó esa decisión había sido derogada.

Partiendo de esta situación, EH Bildu considera que los autos dictados por la jueza «descontextualizan esa realidad, como si el único participante en aquella trifulca hubiera sido Joxe Abaurrea, como si los comportamientos de todos los actores y actrices de aquel lamentable y orquestado sainete no tuvieran relación entre sí, como si Maider Beloki no hubiera sido agredida o como si la propia Carmen Alba no hubiera iniciado la trifulca y no hubiera agredido ella misma». Desde esta perspectiva, es evidente que «EH Bildu tiene la obligación de recurrir para esclarecer lo que realmente ocurrió».

Predicar con el ejemplo

En relación a la petición de dimisión formulada por Enrique Maya hacia el concejal Joxe Abaurrea, Asiron subrayó que «no estamos ante una sentencia, sino ante un auto de apertura de diligencias que es recurrible y cuyo relato tendría que ser demostrado. Estamos en un prólogo de un proceso cuyo desenlace Maya ya presupone para sacar rédito político».

En este sentido, dejó claro que «vamos a defender hasta las últimas consecuencias y en la instancia que haga falta la inocencia de Joxe Abaurrea. Nos avala la convicción política y el hecho de que todos fuimos testigos de lo que realmente ocurrió aquel lamentable día».

A continuación, afirmó que resulta «curioso que quien estuvo imputado por el cobro de dietas irregulares y se negó a dimitir, pese a reconocer su falta y devolverlas luego, se crea con la altura moral de reclamar la dimisión de nadie. Para hacer esa petición, debería haber predicado con el ejemplo».