La concentración de ayer supuso la reanudación de las movilizaciones mensuales en favor de una nueva política penitenciaria que «busque la reintegración en la sociedad de todos los presos y presas vascas en un plazo de tiempo razonable».

Destacó la presencia de los líderes de ELA, LAB y UGT, Mitxel Lakuntza, Garbiñe Aranburu y Raúl Arza, respectivamente. Lakuntza declaró a los medios que «más que palabras es tiempo de hechos. Hace falta una nueva política penitenciaria porque la actual es ilegal, inhumana y políticamente insostenible».

Su homóloga de LAB denunció la política de excepción «que se les sigue aplicando, cruel e inhumana», citando a Igor González Sola. «Queremos a los presos vivos, sanos y en casa», enfatizó.

Aranburu recordó que 20 presos han fallecido en prisión, otros 13 después de abandonarla por sus graves enfermedades y 16 allegados por la dispersión. «Al Gobierno español le decimos que no hay tiempo que perder para desmontarla».

A ese llamamiento se sumó Arza. Recordó que «son casi diez años» desde que ETA dejó de matar y «entendemos que para normalizar este país, más pronto que tarde, se tiene que aplicar la legislación penitenciaria sin discriminación».

Como todos los viernes, hubo movilizaciones en numerosas localidades. Fue el caso de Ondarroa (136 personas), Errenteria (124), Bergara (41), Getaria (35), Oñati (66), Deba (38), Lizarra (41), Ugao (60), Amurrio (80), Legorreta (28), Lazkao (85), Iruñea (93), Bera (17), Etxarri-Aranatz (80), Gasteiz (280), Arbizu (65), Hernani (125), Agurain (40), Durango (91), Barañain (27)...