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Desafío de EEUU al reactivar de forma unilateral las sanciones contra Irán

EEUU ha declarado de forma unilateral la reactivación de las sanciones contra Irán, impuestas por la ONU y congeladas tras la firma del pacto nuclear de 2015, lo que supone un desafío a la propia ONU y a los firmantes de aquel acuerdo. París, Londres, Berlín y Moscú aseguran que la decisión carece de efecto legal.

EEUU anunció el sábado por la noche de manera unilateral que las sanciones de la ONU contra Irán vuelven a estar en vigor y prometió castigar a quienes las violen, una medida que corre el riesgo de aumentar su aislamiento, pero también las tensiones internacionales.

Las sanciones fueron acordadas en su día por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero se retiraron tras la firma del acuerdo nuclear con Irán en 2015 por el que Teherán se comprometía a no dotarse de armas nucleares.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció el restablecimiento de las sanciones en un comunicado en el que insistió en que se adoptan debido a que Irán no ha cumplido con sus compromisos en virtud de acuerdo sellado, sin precisar a qué incumplimientos se refiere. Y prometió «imponer consecuencias» a cualquier Estado miembro de la ONU que no cumpla con las sanciones, a pesar de ser uno de los únicos países que cree que están en vigor.

La amenaza es enorme: a los que Washington considere desafiantes se les negará el acceso al sistema financiero y a los mercados estadounidenses

A 43 días de las elecciones, Trump podría desvelar esas medidas en su discurso en la Asamblea General de la ONU mañana.

Sin embargo, Washington está prácticamente solo. Las otras grandes potencias firmantes, Rusia, China, pero también sus aliados europeos, cuestionan la iniciativa. Gran Bretaña, Estado francés y Alemania advirtieron de que el anuncio de EEUU carece de «efecto legal», habida cuenta de que Washington se retiró en 2018 del pacto nuclear, una posición que también comparten Rusia y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien ejerce de coordinador de la comisión conjunta del pacto e incidió en que incidido en que EEUU «se retiró unilateralmente» y al no ser parte «no puede iniciar el proceso de reinstaurar las sanciones» en virtud de la resolución 2231.

«Sin efecto legal»

«Cualquier decisión tomada con vistas a reimponer (las sanciones) sería incapaz de tener efecto legal», dijeron París, Londres y Berlín en una carta conjunta al Consejo de Seguridad.

El ministerio de Exteriores ruso denunció esta iniciativa «ilegítima» que no tendrá «consecuencias legales internaciona- les para otras naciones, ni obligarlas a restringir una cooperación legítima con Irán». «Dar por restablecidas las sanciones es confundir los deseos con la realidad», destacó la Cancillería.

Irán consideró nulo el restablecimiento unilateral de las sanciones y urgió a la comunidad internacional a no sucumbir a las presiones de Washington. «Ilegal e ineficaz» fueron los términos más repetidos. Su Ministerio de Exteriores advirtió de que es «una gran amenaza para la paz y la seguridad internacionales, una amenaza sin precedentes para la ONU y el Consejo de Seguridad y un desafío a la comunidad internacional mediante la intimidación».

El anuncio de Washington es la reacción al rotundo revés sufrido por Washington en agosto en el Consejo de Seguridad de la ONU en su intento por extender el embargo de armas convencionales contra Teherán, que expira en octubre. Unos días después, Pompeo desencadenó el controvertido procedimiento llamado snapback, que se suponía que haría posible restaurar todas las sanciones de la ONU contra Irán un mes después.

Ahora, en una pirueta legal, EEUU invoca su condición de país «participante» de este acuerdo que abandonó de manera estrepitosa con el único objetivo de activar el snapback.