Patxi IRURZUN

«CUANDO LAS ACTRICES Y ACTORES SE SIENTEN LIBRES OCURREN COSAS»

Teatrolari, la escuela de teatro de Iruñea, arranca el curso con la novedad de un Grado en Artes escénicas. Cuatro años de aprendizaje con una metodología basada en la expresión corporal para dotar a actrices y actores de herramientas necesarias para un recorrido profesional. Hablamos con Javier Álvaro Pastor, fundador y director de la escuela.

Comienza aquí la función de tu vida». Ese es el lema con el que desde Teatrolari intentan incitar a su potencial alumnado a decidirse por el nuevo Grado en Artes Escénicas que este curso ofertan desde esta escuela de teatro ubicada en el barrio iruindarra de Errotxapea. «Lo que queremos transmitir a las personas que se matriculen es que nosotras les vamos a dar las herramientas necesarias para desenvolverse profesionalmente», nos cuenta Javier Álvaro, director de Teatrolari. «Por ejemplo, en el cuarto año del Grado, las alumnas preparan un proyecto para llevar a escena o a un audiovisual. De ese modo, cuando salen de aquí con el título tienen recursos, saben cómo montar una obra, no tienen que esperar a que nadie les llame, o saben cómo buscar financiación para hacer un corto o una función».

Javier Álvaro llegó a Iruñea desde Madrid hace siete años e incitado por su expareja y por su maestro (Álvaro se formó con Jorge Eines, cuya metodología y sistema pedagógico siguen en Teatrolari; de hecho, una de las salas de la escuela lleva el nombre de este reputado maestro de actores argentino) comenzó a dar clases, primero en un pequeño local del casco viejo y, a medida que el alumnado iba creciendo, después en otro de Errotxapea desde el que se trasladaron finalmente a la sede en Paseo de Enamorados, 33, donde se encuentra hoy la escuela. «En Teatrolari vimos que podíamos ofrecer una metodología, una manera de contar las cosas diferente a otras escuelas. De hecho, las tres escuelas que hay en Iruñea ofrecemos formaciones diferentes, no percibimos competencia entre nosotras, y tenemos buena relación». Las tres escuelas, efectivamente, están trabajando juntas para, entre otras cosas, unificar los protocolos COVID, por ejemplo.

¿Cuál es esa metodología diferente?

«La gente suele pensar que cuando llegas a un ensayo lo haces con el texto aprendido y esperando que la dirección te diga qué tienes que hacer, pero en nuestro caso partimos de todo lo contrario, la idea de que el texto tiene una importancia del 50% y el otro 50% la expresión corporal. Yo siempre digo que la mayoría de la información que recibimos entra por los ojos, que lean el texto, pero que no se lo aprendan, que descubran al personaje y qué pueden hacer. Yo solo les voy a acompañar».

Un aprendizaje, por tanto, basado en la investigación y la libertad de la actriz o el actor. «Cuando las actrices se sienten libres es cuando ocurren cosas. El error es genial, porque de él se aprende mucho», dice Javier Álvaro. «Mi función como director es acompañar, incitar, pescar, cuando algo que ocurre es interesante».

El nuevo Grado de Artes Escénicas tiene una orientación profesional: más de mil horas anuales de formación, con un profesorado altamente cualificado, para salidas laborales como el teatro, musical, cine, la propia enseñanza… Pero Teatrolari también ofrece cursos de iniciación, perfeccionamiento (clown, voz, expresión corporal…) con un carácter más amateur. «Hay gente no tanto interesada en el teatro sino que trabaja de cara al público, o es tímida, y necesita tener más expresión física, o gente que sí tiene vocación, pero quiere compaginar esa afición con su trabajo».

Las matriculaciones están abiertas hasta el próximo 4 de octubre.

Los protocolos covid

«Teatrolari se lanzó a dar un paso importante en su trayectoria como escuela de teatro en un momento complicado. «Cuando nos confinaron teníamos charlas en muchos sitios para dar a conocer el grado, lo cual nos perjudicó bastante, ahora hay gente que tiene miedo», dice Javier Álvaro Pastor, fundador y director de la escuela, quien en todo caso señala que desde Teatrolari se esfuerzan en ofrecer las condiciones más seguras y cumplir los protocolos: «Aquí, por ejemplo, dejamos las zapatillas fuera, ventilamos… En cuanto al contacto hemos empezado con trabajos individuales, o a lo largo del curso en algunos grupos que quieran trabajar en pareja el contacto será siempre la misma persona en el trimestre… En el caso de la mascarilla, tenemos que llevarla, pero en cierto modo esto es una actividad física, y si los futbolistas no la usan, nos parece injusto que nosotras no podamos hacer lo mismo».

Por otro lado, no obstante, Javier Álvaro señala que estas condiciones de excepcionalidad también tienen su aspecto positivo: «La gente se va muy contenta porque veían complicado dar clases en esas condiciones, pero ven que se puede hacer e incluso que con las dinámicas individuales está más concentrada».