Mikel CHAMIZO
 DONOSTIA

Un maratón Schubert abre la temporada de la Euskadiko Orkestra

Ante las retos que la pandemia impone a la celebración de conciertos, la Euskadiko Orkestra ha decidido inaugurar su temporada con 10 sesiones en las que se interpretará la integral de sinfonías de Schubert. 

Franz Schubert (1797-1828) fue un compositor con una vida corta y difícil, marcada por la pobreza, la enfermedad y la falta de éxito entre el público de la Viena de su época. Sin embargo, y aunque murió con solo 31 años, tuvo tiempo para escribir alrededor de 1500 composiciones, especiamente cientos de canciones con piano que son una de las colecciones más valiosas de la música del siglo XIX. Otra cosa que sí tuvo Schubert en abundancia fueron amigos, que a partir de 1815 empezaron a celebrar veladas caseras en las que celebraban su música, fiestas que se convirtieron en una tradición que sobrevió a la muerte del propio compositor. Estas “schubertiadas” se siguen celebrando en varios países de Europa, por ejemplo en Catalunya, donde cada agosto se celebra la Schubertíada de Vilabertran.   

Hay un precedente de schubertiada en Euskal Herria: el festival Musika-Música del año 2008, que dedicó nada menos que 63 conciertos a la música de Schubert. Pero ahora es la Euskadiko Orkestra la que ha querido iniciar su temporada con una gran schubertiada: la interpretación de las siete sinfonías que terminó el compositor –y una que no, la famosa “Sinfonía inacabada”– en una semana, repartidas en diez conciertos en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria. El viernes se hizo en Gasteiz, hoy y mañana será en Donostia, a Bilbo llegará el miércoles y el jueves a Iruñea. 

Organizar esta maratón en diez conciertos tiene una doble finalidad. Por un lado, dar cabida a todos los abonados de cada ciudad en dos sesiones, a las 18.00 y a las 20.15, cumpliendo así con las reducciones de aforo. Pero también la de poder organizar a los músicos en dos orquestas de tamaño más pequeño, que se irán turnando para poder abordar tantas horas de música. Los únicos que estarán siempre sobre el escenario son la concertino, Liana Gourdjia, y el director de la Euskadiko Orkestra, Robert Treviño, que con este proyecto vuelve a demostrar que no tiene miedo en embarcar a la EO en proyectos ambiciosos y fuera de lo común.