Raimundo Fitero
DE REOJO

Horóscopo

A veces dan ganas de escribir estas entregas con la mascarilla puesta para intentar sincronizar mis sensaciones con lo que alguna de las voces que en mi cabeza me dictan. Ahora mismo veo nuevas consignas y restricciones en el oasis. En Cantabria la cosa se pone fea. Nafarroa, La Rioja, Iparralde nos dejan sin escapatoria, es decir se van tomando decisiones con cuentagotas, mientras los especialistas (¿quién será hoy un especialista en algo que tenga que ver con la covid-19?) aseguran que lo bueno sería un cierre drástico durante una semana o diez días para doblegar la famosa curva. Vamos mal.

Por eso hay que mirar el horóscopo cada día. O hacerse una carta astral. Es un placebo para agnósticos. Nadie confiesa mirarlo, nadie cree de manera oficial, pero es habitual en reuniones de amigos o conocidos, salga el tema y casi todos saben de manera quirúrgica cómo eres por haber nacido en un día concreto de un año. Algunos hasta se enfadan si no sabes la hora, porque debe ser importante. Pues ayer descubrimos que Pablo Manuel Iglesias e Isabel Natividad Díaz Ayuso nacieron el mismo día, aunque con dos años de diferencia. Es decir, comparten el mismo horóscopo. Se admiten chistes. Yo apunto un detalle, el acróstico de la independentista madrileña es INDA.

A quienes comparten horóscopo, en teoría, deberían sucederles las cosas muy parecidas en salud, dinero y amor. Veamos un dato. Si has nacido en un lugar de las Bardenas, el sueldo mínimo interprofesional es de novecientos cincuenta euros, pero otro ser humano, si ha nacido el mismo día y hora en Ginebra, su sueldo mínimo será de cuatro mil euros. Los astros pueden ser los mismos, pero su influencia en las decisiones de los políticos y la economía marcan la diferencia. En el amor puede existir más igualdad. De salud hoy no hablamos.