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LA PAZ

Luis Arce confirma su victoria en Bolivia con el 55,1% de los votos

Luis Arce es ya presidente electo de Bolivia, al confirmarse oficialmente su victoria en las elecciones del pasado domingo por un 55,1% de los votos, superando el umbral necesario para no disputar una segunda vuelta. El Movimiento Al Socialismo (MAS) también ha logrado gana en el Legislativo, aunque pierde la mayoría de dos tercios.

El recuento final de votos confirmó ayer a Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS), como ganador de las elecciones presidenciales en Bolivia, tras cinco días de escrutinio y lo confirmó como presidente electo, en espera de la proclamación formal prevista en un acto en La Paz. El cómputo dio a Arce el 55,1% de los sufragios, por encima del 50% más uno de los votos que necesitaba para ganar en primera vuelta sin necesidad de acudir a la segunda.

El expresidente Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, obtuvo el 28,83% de los votos y Luis Fernando Camacho, de Creemos, el 14%.

Arce ya era reconocido como ganador por Mesa, el Gobierno golpista de Jeanine Áñez y gran parte de la comunidad internacional, pero Camacho dijo que esperaría al recuento definitivo, una reticencia que se reflejó en Santa Cruz, donde el líder de Creemos concentra su voto.

A pesar de la contundencia del resultado y del reconocimiento general, algunas de las organizaciones de la derecha boliviana presentes en esta región –la más poblada de Bolivia, y motor económico que concentra a las élites del país– anunciaron que no reconocerán el resultado y convocaron un paro para hoy contra lo que consideran un fraude electoral.

Estos sectores ya se movilizaron tras las anteriores elecciones para rechazar el resultado, impulsando el golpe contra Evo Morales y la persecución de sus seguidores.

Las elecciones se celebraron el pasado domingo con un padrón de unos 7,3 millones de electores y una participación del 87%, con el voto que es obligatorio para los residentes en el país y voluntario en el exterior. El órgano electoral reconoció la lentitud del recuento, al haber primado la certeza del resultado sobre la rapidez en el cómputo.

Los comicios para elegir presidente, vicepresidente, senadores y diputados se repiten en Bolivia prácticamente un año después de que Morales fuera declarado vencedor para un cuarto mandado. Las acusaciones opositoras de fraude apoyadas desde el extranjero y por el Ejército y la Policía forzaron su renuncia.

El MAS ha logrado también hacerse con la victoria en las dos cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional, aunque pierde la mayoría de dos tercios tras dos legislaturas.

A falta de que concluyera el recuento de votos y con nueve de cada diez actas ya computadas, el MAS logró 21 de los 36 escaños en el Senado, tres por debajo de la supermayoría, mientras que en la Cámara de Diputados se hizo con 73 de 130, a trece del umbral de los dos tercios, según proyecciones de “Página 7”.

Por su parte, Comunidad Ciudadana habría logrado 11 senadores y 41 diputados, mientras que Creemos tendría cuatro representantes en el Senado y 16 en la Cámara de Diputados.

Si se confirman estos resultados, el partido de Arce tendría margen para sacar adelante leyes ordinarias, pero precisaría de pactos para designar ciertas autoridades o plantear cambios en la Constitución.

También se necesitan las dos terceras partes de la Asamblea para censurar a ministros del Gobierno.

La OEA y su presidente, Luis Almagro, cuestionados

La OEA –que ayer sí avaló la transparencia de las elecciones en Bolivia– y su presidente, Luis Almagro, han sido cuestionados tras el contundente triunfo del MAS y después de investigaciones que desvelaron los datos incorrectos y manipulados que utilizó la OEA para amparar el golpe contra Evo Morales. El primero en hacerlo fue el propio Morales, que pidió la renuncia de Almagro como secretario general de la OEA, a quien llevará a la Corte Penal Internacional por el informe en el que este organismo denunció irregularidades en las elecciones del pasado año. Madres de Plaza de Mayo y el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel presentaron otra demanda similar ante al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. También el Gobierno de México pidió a Almagro que se someta a un «proceso de autocrítica» para determinar si debe seguir al frente de la OEA. Almagro eludió responder directamente y destacó «los treinta y pico países que me apoyaron». GARA