Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Olaritzu bizi!

Las imágenes de un desahucio son siempre dolorosas y más cuando en ellas aparecen menores abandonando en plena noche su hogar, llevando a sus espaldas, en sus mochilas de colores, lo único que se pueden llevar, su tristeza infantil. En realidad, imágenes como la que acabo de describir y que tanto impactan en las redes sociales, representan mucho más que una instantánea dolorosa. Son, como todos los desahucios, un tortazo de realidad, dura y violenta; la foto de la desigualdad canalla que criminaliza a la clase trabajadora más pobre, más precaria y vulnerable. El jueves, en Gasteiz, vecinos y vecinas de las casas ocupadas de Olaritzu, se concentraron ante el Ayuntamiento para informar a la prensa de la angustiosa situación que están viviendo y reivindicar su derecho a una vivienda. Más de cuarenta familias con menores se enfrentan a una amenaza de desalojo que, además, tiene tras de sí una larga historia de acoso que muy bien se podría calificar de maltrato institucional y policial. Llegaron a Olaritzu, con la necesidad a cuestas, en busca de un derecho, el de la vivienda, para hacer de él un punto de partida con el que recuperar su vida. Gorka Urtaran y su equipo de gobierno (PNV–PSE) dicen que no quieren okupas en Gasteiz. Lo tiene muy sencillo, que no vendan pisos sociales a fondos buitres. Entonces igual todo sería un poco más justo. Olaritzu bizi!