Fernando Mendiola, director del equipo investigador, precisó que «hoy en día la investigación histórica y universitaria sobre la represión franquista tiene importantes obstáculos» por esta Ley, de 1968 y parcialmente modificada en 1978.

Lamentó que es «prácticamente imposible acceder a la documentación de cuerpos policiales durante la dictadura», y en Nafarroa tampoco les es posible consultar los archivos de la Prisión Provincial de Iruñea, donde sí consiguieron acceder cuando el archivo estaba en la antigua cárcel.

Este trabajo «va abriendo el foco y sale del estudio necesario pero incompleto de las víctimas mortales», precisó y también del «momento de gran terror y los años 40 para entender la maquinaria represiva del franquismo». En concreto, señaló que han centrado parte de su investigación en la relación entre el género y la represión, la represión sobre movimientos sociales, «en especial el obrero», y la relación de estudios comparados que ponga al Estado «en relación con las grandes matanzas del siglo XX».

También citó una serie de «necesidades acuciantes» dentro del trabajo investigador, entre las que apuntó la visibilización de otras represiones, posibilitar búsquedas combinadas y devolver a la sociedad y a las familias una información lo más completa posible, con referencias a fuentes documentales.

Por último, destacó que «la base de datos que financian las instituciones navarras están en primera línea de lo que son iniciativas en el Estado español».

La coordinadora del equipo, Nerea Pérez Ibarrola, señaló que los datos que recoge actualmente en la web tienen 26.121 personas registradas, de las que 22.593 están validadas y otras 3.528 sin validar, recogidas en la base de datos pero no publicadas en la web «porque se está a la espera de cotejar y localizar la información sobre ellas».

Destacó como «intuitiva» la herramienta de la web, que es pública, y permite buscar con campos y filtros para localizar a todas las personas en Nafarroa.

Y Gemma Piérola explicó la investigación con enfoque de género, que «para nada responde a ser políticamente correcto ahora, sino que la historiografía de mujeres va retrasada en muchos aspectos y tiempos».

Añadió que es «importante» este punto de vista porque «ayuda a conocer de manera concreta y real cómo fue esa represión sobre las mujeres».