La Comisión Europea expresó ayer su inquietud ante el impacto que pueden tener las medidas de reactivación en las finanzas públicas de varios socios de la eurozona, entre ellos el Estado francés e Italia, ya que teme que la deriva de sus déficits se queden fuera de control más allá del periodo de la crisis sanitaria.

«Algunas medidas presentadas por Francia, Italia, Lituania y Eslovaquia no parecen ser temporales ni compensadas con otras medidas presupuestarias», lamentó Bruselas en su informe sobre los presupuestos para 2021, en el que reclama a estos Estados miembros un seguimiento exhaustivo de la deuda a medio plazo.

Teniendo en cuenta el contexto excepcional creado por la pandemia de covid-19, la UE anunció en marzo la suspensión de las reglas de disciplina presupuestaria, invitando a los gobiernos a dejar que sus déficits crezcan temporalmente sin establecer un techo riguroso.

La Comisión mantiene ese rumbo y ayer instó de nuevo a los 19 Estados de la eurozona a «garantizar que su política fiscal continúe sosteniendo la actividad (económica) durante el año 2021».

Estar preparados

No obstante, al mismo tiempo el Ejecutivo comunitario reclamó a los socios de la moneda común que estén preparados para «reorientar estas políticas fiscales (...) cuando las condiciones epidemiológicas y económicas lo permitan».

París y Roma prevén que su déficit público alcanzará, respectivamente, el 10,2% y el 10,5% del PIB este año, claramente por encima de la media de la eurozona (8,6%). Para el próximo ejercicio estiman que se moverán entre el 6,7% y 7%, frente al 5,9% de la eurozona.