Natxo MATXIN
OSASUNA

Rescate de un punto con dos caras muy opuestas

Los rojillos naufragaron en la primera mitad, pero los cambios de Arrasate dieron otro aire tras el descanso.

OSASUNA 1

HUESCA 1


Un Osasuna de dos caras solo pudo sumar un punto ante un Huesca que confirmó su peligrosidad en una gran primera parte, en la que los rojillos no terminaron de estar, pero que remediaron tras el descanso, aunque solo de manera parcial.

Una escuadra navarra que saltó con muy poca tensión al césped y que resultó desbordada desde los primeros compases por el juego y la colocación visitantes.

Y que bien pronto vio recompensada su valiente propuesta con una diana del indetectable Sandro –sus bajadas a recibir al medio campo en ningún momento fueron contrarrestadas por los anfitriones– tras el fallo en el despeje de Sergio Herrera. La jugada vino precedida por una colada de Rafa Mir por la derecha, un carril que fue todo un pasillo durante la primera parte y en el que sufrió lo indecible Juan Cruz, las más de las veces fuera de sitio.

Ni siquiera el 0-1 hizo variar la tónica de un primer periodo en el que el Huesca pudo finiquitar el duelo de no ser porque el portero rojillo volvió a entonarse con varias intervenciones de mérito.

Ferreiro le puso a prueba en el primer palo, estuvo rápido el burgalés en una mala cesión de Roncaglia y mantuvo el tipo en un remate cercano de Rafa Mir. A Osasuna le costó 22 minutos engarzar su primer disparo entre los tres palos defendidos por Andrés Fernández, toda una fase en la que dejó sensación de impotencia, de correr detrás de la pelota, de llegar tarde a cada balón y de ser incapaz de trenzar dos pases seguidos.

Iñigo Pérez, que como sus compañeros de la medular acumuló más errores que aciertos, probó también desde fuera del área al ex cancerbero rojillo, pero su remate salió mordido, sin problemas para ser detenido. Lo mejor, que Osasuna se marchaba vivo al descanso después de firmar una primera mitad bastante pobre para lo que había en juego sobre el verde.

Giro en redondo

Como cabía esperar, Jagoba Arrasate recompuso su plan A, enmendando el agujero en el lateral izquierdo, metiendo más cemento en el medio campo y reforzando la delantera. El resultado de los cambios no se hizo esperar y los locales pusieron cerco a la meta oscense. En apenas doce minutos, Osasuna multiplicó sus ocasiones a la búsqueda de un empate que se resistía, especialmente porque los rojillos no estuvieron con el acierto necesario. Las más claras las tuvieron con sendos testarazos David García y Rubén García, especialmente esta última que parecía imposible que se acabase marchando fuera.

El central de Ibero no falló a la segunda oportunidad que tuvo de cabecear tras otro saque de esquina, en una postura bastante más complicada para conectar con el esférico, pero que realizó con la suficiente precisión como para que la estirada de Andrés Fernández no sirviese de nada. Las tablas hacían justicia a la vuelta al calcetín dada por el conjunto navarro.

Parecía Osasuna embalado hacia la remontada, que la tuvo Moncayola con un tiro dentro del área, pero que eligió a colocar y le salió centrado. El Huesca paró la hemorragia que se le venía encima porque también a los de Arrasate se les fue vaciando el depósito. El luminoso ya no se movió, pese a que lo intentó un cuadro local al que le penalizó sobremanera su mala primera parte.