Raimundo Fitero
DE REOJO

Ventanas

El mundo entero lleva 35 años utilizando unas ventanas que se abrieron al infinito y que sigue recuperando el tiempo perdido. Hace treinta y cinco años que apareció el sistema operativo Windows 1.0 y desde entonces el señor Bill Gates no ha hecho otra cosa que ganar dinero a espuertas. Con todas sus evoluciones, sus paquetes de servicios añadidos, pese a los disgustos dispensados a sus usuarios, resulta que siete de cada diez ordenadores de mesa usan Windows. Peor para ellos. Algunos vivimos felizmente engañados en el otro mundo operativo, el de la manzana mordida, que es una de las empresas más rentables del mundo, y por ello nos consideramos hasta más listos por ser fieles a sus productos encadenados.

El dato es que hace 35 años de casi todo. Ahora, todo lo que sucede en nuestra vida pasa por procesadores, aparatos con obsolescencia programada y sistemas operativos.

Todo funciona así, menos el cerebro de los asesores de Trump. Giuliani, que fue alcalde Nueva York y ahora es abogado del monstruo naranja, dio una rueda de prensa de esas donde los mensajes delirantes se van enredando de tal manera que no se puede uno apartar de mirar a la pantalla alucinando, porque además sudaba desaforadamente y sudaba por las patillas algo de color oscuro, y era tinte. Cada día se superan las actitudes fuera de la norma. En el Parlamento español, las extremas derechas gritando libertad, tras aprobarse una ley de Educación. Pero lo de este abogado entra en lo inconmensurable. Denuncia que las empresas que contaron los votos pertenecen a Chávez y Maduro y que los recuentos manipulados se hicieron en Barcelona. Estas barbaridades dichas con encono, énfasis y difusión universal, con la intención de anular las elecciones que han perdido, son para ponerse en alerta.