Mikel INSAUSTI
EL VERANO QUE VIVIMOS

Una inmortal historia romántica

Entre las cadenas privadas de televisión que producen cine la primera en estrenar es Atresmedia, mientras que el capo Paolo Vasile de Telecinco Cinema se niega en redondo a poner sus películas en las salas de exhibición. Y así es como llega a las pantallas con un fuerte despliegue promocional acorde a sus seis millones de euros de presupuesto “El verano que vivimos” (2020), una película de dos horas con vocación de éxito comercial que sigue la estela de “Palmeras en la nieve” (2015), que también era un drama romántico de época con una ambientación cuidada.

Aunque se trata del segundo largometraje de Carlos Sedes, le avala su amplia experiencia en series televisivas, desde sus comienzos en la televisión gallega. De las series más conocidas que luego fue haciendo toma inspiración de “Gran Reserva” (2010), al transcurrir igualmente entre viñedos. De otras como “Gran Hotel” (2011), “Velvet” (2013), “Las chicas del cable” (2017) o “Fariña” (2018) toma su nutrido equipo de guionistas y el reparto, en el que destacan secundarios de la talla de Manuel Morón, Joaquín Núñez o Adelfa Calvo. Su misión es la de arropar al trío estelar formado por Blanca Suárez, Javier Rey y Pablo Molinero, quienes se encargan de representar un triángulo amoroso.

El relato, basado en hechos reales, parte del tiempo reciente en la costa gallega para remontarse a finales de los años 50 en Jerez. Una periodista en prácticas a la que destinan a un diario de provincias para cubrir la poco estimulante sección de las esquelas, descubre una publicada todos los años para una tal Lucía en la misma fecha, y que esconde una historia de amor tras la identidad por descubrir del enviante anónimo. La mujer en cuestión estaba casada con un bodeguero jerezano, que contrató a un amigo suyo como arquitecto de su nueva bodega, y del cual fue a enamorarse la protagonista.