Ingo NIEBEL
Colonia

LA CDU ELIGE UN NUEVO PRESIDENTE QUE DEFINIRÁ LA ERA POS-MERKEL

La Unión Demócrata Cristiana (CDU) reunirá hoy de forma virtual a 1.001 delegados para que elijan a su nuevo presidente, quien también podría ser el futuro candidato a canciller. Para este cargo solo se presentan hombres. El incierto resultado puede debilitar a la CDU.

La CDU va a hacer historia hoy al ser el primer partido en Alemania que votará a su nuevo presidente por vía digital, aunque sus 1.001 delegados tendrán que emitir su voto también por correo. Con esta votación el partido quiere poner fin a un año de incertidumbre ya que la pandemia obligó a posponer dos veces este congreso.

Pero la convención será sobre todo histórica porque terminará con dos décadas de liderazgo femenino de la primera fuerza política de Alemania. Hace 20 años, Angela Merkel asumió, siendo la primera mujer, la Presidencia del partido. En 2018 la dejó en manos de su leal compañera y ahora ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, apodada AKK por su formación.

Un año más tarde, AKK tuvo que asumir la responsabilidad por una serie de derrotas electorales y puso su cargo de presidenta de la CDU a disposición del partido, al tiempo que anunciaba que la persona que le suceda sería también la candidata a la canciller en los comicios generales de este año. Daba por fracasado, así, el experimento de separar los liderazgos del Gobierno y del la formación

Tras la cancelación del congreso previsto para abril, la CDU se encuentra más o menos paralizada mientras su socio de Gobierno, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), ya ha presentado al vicecanciller y ministro de Hacienda, Olaf Scholz, como candidato a la Cancillería. Aún así los democratacristianos siguen liderando las encuestas en intención de voto, con el 35%. Sin embargo, no parece haber unidad en el seno de la CDU. Hoy los delegados elegirán no solo a su nuevo presidente sino también la posición de la CDU en el paisaje político alemán.

Los tres favoritos proceden del comité regional de Renania del Norte Westfalia, el más potente e influyente del partido. Se estima que ninguno de ellos obtendrá la mayoría absoluta en la primera vuelta, lo que llevará a los dos mejor situados a disputar el cargo en una segunda votación. En última instancia, la pugna por presidir el partido podría decidirse entre el ministro presidente de Renania del Norte Westfalia, Armin Laschet, y el exbanquero de Blackrock, Friedrich Merz.

Laschet forma plancha con el titular federal de Sanidad, Jens Spahn, quien dice no querer ser candidato a canciller pese a su popularidad en las encuestas.

El tercer aspirante es Norbert Röttgen, experto en política exterior y el único ministro al que Merkel, en 2012, echó de su gabinete. Röttgen representó en su día al ala de la CDU que ya entonces buscaba la coalición con los Verdes que, según los sondeos, son la segunda fuerza política.

Continuidad o ruptura

En diciembre, conversando con las y los corresponsales de la Asociación de la Prensa Extranjera (VAP), Laschet repitió que con él al frente no habría ruptura con la política de Merkel, sino «continuidad». Merz, en cambio, vio truncada su carrera en el partido cuando, en 2009, la canciller y presidenta les ganó el pulso al resto de aspirantes en la pugna por el poder interno. Si saliera elegido presidente marcaría el final de la era de Merkel. Röttgen, que no se reunió con la prensa extranjera a diferencia de sus dos rivales, es una incógnita.

Hasta ahora ha sido una ley no escrita en Alemania que quien aspira a la Cancillería ha sido antes ministro presidente de un estado federado o, cuando menos, ministro del Gobierno federal, como fue el caso de Merkel. Solo Laschet cumple esta condición tácita y, por eso, la subraya siempre que puede. Otra de sus ventajas es que controla al aparato del partido que, en última instancia, ha decidido el formato y la votación virtuales, algo que no quería Merz.

Según una encuesta realizada por el Instituto Allensbach entre 517 personalidades clave de la economía, la política y la administración para el diario conservador “Frankfurter Allgemeine Zeitung” y la revista Capital, la élite económica del país prefiere que Merz lidere la CDU. La élite política, en cambio, se inclina por Laschet.

En los últimos días los diarios “Bild” y “Welt”, de la conservadora editora Springer, han empezado a atacar fuertemente a Spahn por su gestión de la pandemia para debilitar así a Laschet y favorecer a Merz. El SPD también ha criticado duramente al titular de Sanidad porque con Merz dirigiendo la CDU, su socio se movería hacia la derecha dejando libre el terreno político que Merkel ha quitado a la socialdemocracia. Merz tiende a polemizar como cuando antes de las elecciones en EEUU dijo: «Con Trump me entendería bien».

La elección del nuevo presidente va a definir también si la CDU mantiene la opción de que el ministro presidente de Baviera, el social cristiano Markus Söder (CSU), sea el candidato a canciller de ambas formaciones.