Maitane ALDANONDO

VISIÓN ARTIFICIAL PARA GESTIONAR EL INVENTARIO EN TIEMPO REAL

La startup bizkaitarra Grabit ha desarrollado una solución tecnológica que permite optimizar procesos comerciales como el control del stock o la compra autónoma. Su propuesta surgió pensada para las máquinas de “vending”, pero tiene otros posibles usos.

Pagar y coger. Un gesto simple para el comprador que tiene consecuencias más complejas en el vendedor. Grabit ayuda a gestionar ese proceso comercial a través de la visión artificial, aportando mayor seguridad y control sobre el inventario. El ingeniero baracaldés Alberto Gómez está al frente de esta joven empresa.

Tras casi dos décadas trabajando en varias multinacionales del sector de las telecomunicaciones en Bilbo y Madrid, Gómez decidió volver a casa y cambiar de rumbo. Tenía el ejemplo emprendedor de sus padres y sintió que era el momento de saciar su inquietud. «Si no lo hago con 43 años, no lo voy a hacer en la vida», comenta. Quería algo tecnológicamente diferente y vio que la inteligencia artificial era un campo donde sacar provecho a su experiencia laboral.

Aunque se viene empleando desde hace décadas, la visión artificial tenía barreras de coste y precisión que se han ido superando en los últimos años. Sus capacidades han crecido exponencialmente, «cada vez es más precisa y analiza más rápido», a la vez que su coste ha descendido en la misma medida. En el proceso de búsqueda de oportunidades dio con la venture builder de inteligencia artificial AiPower, del grupo C2B. Se trata de una figura similar a una incubadora: busca ideas y personas para crear startups dentro de ella. Comprobaron que podían ofrecer casos de uso a coste competitivo desarrollando tecnología propia y, después de meses de trabajo, lanzaron de forma conjunta Grabit en diciembre de 2019.

Son tres en plantilla y el equipo de AiPower les asesora en temas de negocio y tecnología. Además, tienen su oficina en Bilbo, dentro de las de C2B. En el arranque del proyecto, Gómez participó en el programa formativo Taldeka Digitala de DEMA y recientemente ha recibido una ayuda Ekintzaile. Así mismo, Easo Ventures invirtió en Grabit, al ser una de las empresas aceleradas por BerriUp en su undécima edición. El responsable explica que decidieron presentarse por tres razones: fortalecerse económicamente, formarse con expertos en emprendimiento y ampliar su red de contactos. Llevaron a cabo el proceso en el último trimestre de 2020 y ahora están en conversaciones con empresas para realizar proyectos conjuntos. Gómez considera que «es un altavoz para darnos a conocer» y ha supuesto «un importante empujón» para coger impulso.

Control y eficiencia

Grabit proporciona soluciones tecnológicas al comercio minorista basadas en visión artificial, orientadas a una optimización de los procesos del sector, como, por ejemplo, control de inventario o implementación de proceso de compra autónoma. El sistema reconoce personas, así como objetos, y permite identificar qué se coge y registrarlo de forma «automática, segura y fiable» a un coste reducido. De este modo, se controla el stock en tiempo real, qué hay y quién lo coge.

Inicialmente estaban orientados hacia la las máquinas de vending de alimentación, pero han ido surgiendo nuevos casos de uso, como puede ser el control de medicinas o de EPI (equipos de protección individual). «Haciendo una pequeña adaptación, podemos flexibilizar y potenciar el valor de nuestra tecnología», aclara. Sus principales ventajas son una «mayor eficacia y eficiencia», ya que al reconocer los productos «de forma fiable» se pueden optimizar procesos. El responsable pone como ejemplo los EPI. «Muchas veces a los trabajadores se los dispensa una persona, que apunta manualmente. Gracias a nuestra solución, el trabajador lo coge y, automáticamente, queda registrado en el sistema qué EPI es y si es el que le correspondía. Sabes fehacientemente qué es lo que ha cogido y te ahorras tener a una persona dando cascos y guantes».

Su modelo de negocio es licenciar su software. Tienen listo su primer producto, una nevera para alimentación que venderán de forma conjunta con una empresa de frío industrial. Otra vertical muy avanzada es la de los EPI, donde ya tienen el primer prototipo, y están en contacto con una «empresa líder a nivel estatal» para tener el producto comercial en el primer trimestre del año. Además, son finalistas de BIND 4.0, donde están concretando un posible proyecto.

El reto ahora es facturar, convertir el interés por su tecnología en ingresos recurrentes; objetivo marcado para 2021, junto con avanzar en las tres verticales detectadas y responder a las oportunidades que puedan surgir. A la espera de ver si consiguen dar ese salto en los próximos meses, las ganas de avanzar compensa la incertidumbre propia de todo comienzo. Gómez califica esta aventura como «muy positiva». «El objetivo es crear valor y tecnología desde el principio. Es muy interesante y enriquecedor».