Jon ORMAZABAL
Elkarrizketa
LUIS SÁNCHEZ
TRINQUETISTA

«Con 16 años medía 1,60, no movía la pelota de frontón y probé esto»

La trayectoria de este pelotari de Esteribar se asemeja a la de esos salmones que remontan el Bidasoa contracorriente. Y es que, mientras estamos relativamente acostumbrados a que pelotaris de Ipar Euskal Herria se pasen del trinquete al frontón, lo contrario es prácticamente una excepción. Sánchez lo ha hecho y sus resultados en el primer año son extraordinarios.

Su gran papel en el Superprestige, donde se proclamó subcampeón tras caer en la final con Peio Larralde, nos sirve para acercarnos a este atípico deportista, el trinquetista Luis Sánchez (Esteribar, 1997).

¿Cómo ha sido su experiencia en el Superprestige?

Yo no tenía pensado ni participar, porque con el covid-19 redujeron el número de participantes de 12 a 6. Por lo que tenía entendido iban a participar también Eneko Maiz de Gipuzkoa y el vizcaino Aspuru, pero al final hicieron el torneo solo para seis y estaban los cuatro de siempre, Ducassou, Ospital, Larralde y Guichandut y al final me metieron. Creyeron que era buena opción y salió bastante bien.

Algo le verían...

Sí, bueno... A principio de año, antes de la cuarentena, hice un buen campeonato de Francia individual, jugué en Segunda, me lesioné la mano y al final tuve que dejarlo a mitad del campeonato, pero como sacaba bien, me dijeron que seguramente me meterían en el Superprestige. Al reducirlo a seis no pensaba entrar pero me dieron la oportunidad y creo que puedo decir que la he aprovechado bastante bien.

Ha pasado la prueba con nota, llegar hasta la final con los nombres que había no es un resultado cualquiera

Sí, yo cada partido iba a darlo todo porque no tenía intención de pasar de ronda ni nada. Tenía en el grupo a Ducassou y Guichandut, que son los finalistas de un individual que se jugó justo antes del Superprestige e iba a ver qué salía y total, que gané los dos partidos. Luego ya en semifinales a Ospital le gané por un tanto y a la final fui a disfrutar pero Larralde me pasó por encima (40-26).

¿Cómo llega un pelotari navarro a la élite del trinquete?

En 2016 empecé a probar el trinquete. Yo ahora mido 1,87 metros pero cuando tenía 16 años medía 1,60 metros, no había crecido nada y la pelota del frontón ni la movía. De técnica no voy a decir que era muy bueno, pero técnicamente no se me daba mal y decidí probar el trinquete. Y una vez que cogí la técnica, a los 17 años, más o menos, pegué el estirón, vi que dominaba un poco y raíz de ahí fui a algún mundial. Luego nos llamaron de Iparralde a Maiz y a mí a entrenar con los profesionales y al final me dieron la licencia. Espero que a Eneko [Maiz] también se la den. Este año creo que no podrá ser por el covid-19 pero confío que el próximo año se la den. Casualmente, a mí me la dieron el año pasado por los resultados pero no creo que sea mejor que Maiz o los vizcainos, tuve suerte de que me dijeron que tenía potencial.

Entrenar no le será sencillo.

En Navarra el nivel se queda un poco escaso, lo que hago es una vez por semana ir a entrenar a Iparralde y aparte, el físico lo hago aquí con un preparador.

¿Su caso puede servir para dar a conocer el trinquete en Hego Euskal Herria, que es un auténtico desconocido?

Ojalá. Pero al final lo que se conoce es lo que vemos habitualmente por la televisión y un problema que tiene la pelota vasca es que tiene un montón de modalidades, alrededor de 18 o 19. La pala es muy bonita, me encanta, la cesta punta también, pero no las ves por la tele y los chavales, al final, quieren ser Olaizola, Ezkurdia… es un poco lo que se ve. Hace falta promocionar un poco el trinquete porque hay gente de Hegoalde que juega. Estaría muy bien que la gente cogiera interés, que en los medios saliera algo, no por mí, sino por el trinquete.

Algunos profesionales de la pelota a mano como Juan Martínedez de Irujo u Oinatz Bengoetxea ya han hecho sus pinitos...

Esporádicamente sí que ha habido algunos intentos, pero la cuestión no es ir entrenar una vez y ponerse a jugar. Jokin Altuna y Joseba Ezkurdia ya han estado hace poco con los hermanos Larralde entrenando, e iban a hacer un campeonato, pero al final decidieron que entrenando tan pocos días no tenían nivel. Les querían poner algún estelar para fomentar el trinquete, que está muy bien, pero vieron que no iba a salir bonito, no porque ellos sean malos, que si entrenan un año seguramente serán los mejores, pero al final hay que ponerse. Como si ahora voy yo a jugar al frontón, hay que entrenar.

Aimar Olaizola también estuvo jugando el Master de Baiona pero le metió Waltari unos 20 saques. Irujo, por ejemplo, sí que había jugado de joven, incluso jugó el Mundial de Pamplona a trinquete y estaba más hecho y era Irujo, las cosas como son, era el mejor y aparte de serlo, había jugado antes y cuando iba a participar, se podía medir con ellos, pero Irujos hay pocos.

¿Se puede vivir del trinquete?

Los profesionales somos autónomos, no tenemos un contrato como puede ser el caso de Aspe y Baiko, pero sí que tenemos un compromiso realmente. Los pelotaris de primera sí que pueden llegar a vivir de esto, pero la empresa te apoya para que busques otro trabajo; es decir, todos los pelotaris que conozco, Ducassou y los demás, tienen un trabajo aparte por la mañana que les permite entrenar por las tardes y de esa forma lo compaginan bien.