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BILBO

Segundo trabajador fallecido en siniestro laboral en nueve días

Un trabajador de 53 años falleció horas después de que sufriera un accidente cuando se encontraba realizando labores forestales en un monte en Ezkio-Itsaso. El siniestro mortal se produjo el jueves, jornada en la que en Gipuzkoa se había activado el aviso amarillo por fuertes rachas de viento. ELA y LAB interpelan al Ejecutivo de Lakua.

Son ya dos los trabajadores que han perdido la vida mientras se encontraban desempeñando sus labores profesionales en este arranque de año en Euskal Herria. Los accidentes laborales se han producido con poco más de una semana de diferencia, en nueve días

Si el pasado día 12 un trabajador de 35 años fallecía tras caer de una torre de alta tensión en Basurto, el jueves lo hacía otro de 53 años en los trabajos que la empresa Basalan Arrospide SL de Lizartza realizaba en un monte en Ezkio. El accidente se produjo a las 10.35 y el trabajador falleció horas después en el Hospital Donostia, a donde fue trasladado, según informó ayer Seguridad de Lakua.

ELA indicó que, al parecer, el hombre se encontraba trabajando en la retirada de ramas de un tronco previamente cortado y que fue alcanzado por una rama. Recordó que en Gipuzkoa se había activado el aviso amarillo por rachas de viento del suroeste que podrían superar los 100 kilómetros/hora en zonas expuestas.

Además de mostrar su solidaridad a los familiares y allegados de la víctima, ELA denunció la precariedad en las condiciones laborales que se traduce en «ritmos de trabajo insoportables, jornadas interminables, incumplimientos de convenios sectoriales y normativa preventiva, mientras la Administración mira para otro lado ante todo esto, una y otra vez, de forma sistemática».

Subrayó, en este contexto, que el sector de trabajos forestales se caracteriza por su alta siniestralidad con consecuencias muy graves, lo que también puso de relieve LAB al precisar que estos trabajadores «realizan tareas diferentes, muchas veces trabajan en soledad, a menudo realizan trabajos duros y cansados, trabajan en orografías complicadas, soportan ruido y estrés térmico, utilizan maquinaria diver- sa y reciben poca formación en prevención de riesgos laborales». Ambas centrales interpelaron, individualmente, a Lakua y a las administraciones públicas.

ELA instó al Ejecutivo de Urkullu a que «imponga de forma inmediata»&flexSpace;medidas de control y seguimiento de los incumplimientos de la legislación preventiva.

En el mismo sentido, LAB reclamó a las Administraciones públicas que «de manera inmediata» adopten medidas para mejorar las condiciones sociolaborales de este colectivo y pongan en marcha un plan de formación en riesgos laborales.

«La violencia laboral es un grave problema, un problema estructural consecuencia de las políticas neoliberales que nos imponen. La precariedad nos mata», subrayó el sindicato LAB.