La estrategia en tiempos de incertidumbre ha sido el eje de las jornadas InnPower Helsinki-Bizkaia organizadas por EmakumeEkin y la Diputación Foral de Bizkaia, que conectó online a mujeres empresarias y emprendedoras de Bizkaia con profesionales de Helsinki, referentes en innovación social, género y sostenibilidad. La austríaca Isabella Haas compartió su experiencia en el seminario El camino personal hacia el éxito: auto-emprendimiento en tiempos inciertos. Diseñadora industrial, decidió que no quería contribuir a generar más residuos, sino a crear soluciones más ecológicas. Afincada en Helsinki, ha creado el primer centro finés de revalorización de residuos textiles. Sobre su camino, el éxito y el emprendimiento ha charlado por videollamada con GARA.

¿Cómo empezó su camino emprendedor?

Hace más de 20 años estudié un master en Finlandia y para un extranjero era aún más difícil que ahora encontrar un trabajo. Hubo una empresa que estaba dispuesta a contratarme, pero con la condición de que fuera autónoma. Ese fue el incentivo, y dado que vengo de una familia emprendedora, no fue un gran obstáculo para mí. Di el salto y construí mis alas mientras volaba, porque no tenía ni idea sobre cómo funcionaba el emprendimiento en Finlandia. Creo que era mi camino natural, disfruto siendo emprendedora, me gusta ser mi propia jefa y afrontar esos retos.

En su proyecto colabora con mujeres migradas como usted y ha volcado su preocupación medioambiental.

Sí, efectivamente. He tratado de incorporar mi pasión, mis valores y mi bagaje en este proyecto. Algunos valores importantes en Finlandia como la sostenibilidad, el amor por la naturaleza, el diseño, el bienestar o el aprendizaje continuo coinciden con los míos, lo que me hace pensar que estoy en el lugar adecuado.

 

¿Percibe que las mujeres deben enfrentar obstáculos añadidos a la hora de emprender?

Absolutamente. Los mayores están dentro: no creer en nosotras mismas, así como una creencia perfeccionista: pensamos que podemos hacer algo sólo si sabemos hacerlo al 100%. Aunque he sido consciente de ambos, mi camino ha sido otro; he intentado tomar la mejor decisión con lo que sabía en cada momento y seguir, porque si no, no avanzas. Como asesora laboral me he dado cuenta de que un hombre presenta su candidatura si cree que puede hacer el 10% del trabajo, mientras que una mujer lo hace si cree que es capaz del 90%-95%. Es cuestión de confianza y de saber aprovechar las oportunidades. Debemos superar el miedo a no ser suficientemente buenas; sólo tenemos que empezar y seguir a medida que el camino se abra ante nosotras.

En este sentido, ¿qué papel juegan jornadas como Innpower Helsinki-Bizkaia o asociaciones como EmakumeEkin?

Creo que son muy importantes y contribuyen a empoderar a las mujeres. Ayudan a abrir los ojos, a tomar conciencia de que existen otras mujeres abordando los mismos retos, y facilitan la inspiración y el aprendizaje mutuo. Es importante mostrar el proceso, cómo han ido abordando y superando retos. Ver que las historias de éxito no son caminos fáciles, que hay obstáculos, y que las personas exitosas son las que no se rindieron a pesar de las dificultades, te ayuda a entender que es posible. Si estás sola, las cosas parecen demasiado grandes.

¿Qué es éxito para usted?

Es implicar a otras mujeres y ayudarlas en su empoderamiento. Mi poder de acción es limitado, cada mujer que puedo implicar en el upcycling –reciclaje creativo, transformar residuos en objetos de valor usando la imaginación–, el diseño, el bienestar... es un éxito; el poder inspirarlas y motivarlas a construir una sociedad sostenible.

En el actual contexto de incertidumbre y ante un futuro incierto ¿qué capacidades cree imprescindibles para una persona emprendedora?

La creatividad es una cualidad muy importante para buscar soluciones a problemas complejos. Creo que los grupos de trabajo serán muy distintos en el futuro, por lo que la capacidad de trabajar en equipo, de cooperar y de beneficiarse mutuamente. El autocuidado, velar por tu propio bienestar y encontrar el equilibrio; porque sin tí tu empresa no va a ningún lado. También el aprendizaje continuo. El mundo cambia cada vez más rápido y tenemos que estar al día de nuevas tecnologías y estudiar múltiples aspectos para abordar el futuro. Otras características son la capacidad de automotivarse y el autoliderazgo. Necesitas mantener la energía, la motivación, y saber gestionar tu tiempo y tareas; algo que normalmente no tenemos naturalmente, sino que hay que aprender. Y tomar decisiones, y saber lidiar con ello. Cada decisión te hace avanzar y te da el control. Y tomar el control te ayuda a estar motivada. Es un círculo.

¿Qué consejo le daría a quien está pensado en dar el paso?

Primero, piensa en qué te apasiona y qué se te da bien y en cómo combinar ambas cosas, cómo podría convertirse en negocio. Busca en tu comunidad un reto o problema que quieras cambiar y crea un plan de negocio, no hace falta que sea muy detallado. Puedes acudir a una oficina o servicio de atención a personas emprendedoras para que te asesoren en tu camino. Intenta probar tu idea con el menor coste posible, organiza un evento donde puedas ofrecer tu producto o servicio, colabora con alguien... Es más fácil lograr financiación si puedes mostrar resultados. Recomiendo testar la idea a pequeña escala antes de darse de alta, porque entonces empiezan los gastos. También valora tomar pequeños riesgos, en cierto punto deberás hacerlo y es bueno si tienes algo de experiencia.