Belén Martínez
Analista social
AZKEN PUNTUA

Argelia: memoria, historia y olvido (y 3)

Hubo un tiempo en que Argelia era una posesión francesa. Bajo la divisa “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, la toponimia local moría no de muerte natural y un millón y medio de argelinas musulmanas eran privadas del sufragio universal, mientras que las argelinas europeas podían ejercer sus derechos. ¿Acaso pueden votar las subalternas?

La V República y la Constitución de 1958 surgen del caos de la guerra de Argelia, sin nombrarla. Como diría Dorothy Parker: «Después de tales placeres». Hussein Dey, Villa Sésini, Villa Mireille. Milk-Bar... Confites, refrigerios y tortura. La descolonización es el fracaso del proyecto de integración nacional en las colonias. Los «pieds-noirs», como las «inlandsche kinderen» (europeas nacidas en las Indias) mostraron su descontento por el trato recibido. ¿Por qué iban los franceses a aceptar un territorio desmembrado, una cartografía mutilada?

Desde 1962 en adelante no ha cesado la guerra cultural. Sarkozy y su proyecto fallido de Ministerio de la Identidad Nacional, encargado de la política de memoria. El recientemente aprobado proyecto de ley contra el «separatismo», la obsesión de Frédérique Vidal, ministra de Enseñanza Superior, con el «islamo-izquierdismo que gangrena la Universidad».

Glotonería del devorador devorado.