Los inversores se mueven con prudencia ante la aparición de señales que advierten de un cambio en la tendencia de la inflación y de un vértigo asociado al comportamiento exhuberante de los índices de Wall Street, ajenos a las dificultades para consolidar la recuperación económica. En este contexto, el Ibex flojeó desde la apertura, pero pudo retener el nivel de los 8.100 puntos. Hoy abrirá con 8.112,20 puntos, después de ceder un 0,48%.

Las plazas europeas se movieron bajo el mismo guión. Todas ellas terminaron con descensos: París recortó un 0,11%, Fráncfort, un 0,31%, Milán, un 0,55%, y Londres, un 0,18%. En Nueva York, también se imponían las bajadas desde el inicio, pero a la hora del cierre en Europa el Dow Jones estaba plano. Por el contrario, el S&P 500 cedía más de un 0,50%, y el Nasdaq perdía más de un 1,80%.

En el ámbito económico, los inversores no recibieron malas noticias. En Alemania, el dato IFO de clima empresarial subía hasta los 92,4 puntos, su máximo en cuatro meses, mientras el índice de indicadores, elaborado por la Conference Board como referencia adelantada de la actividad económica en Estados Unidos, crecía en enero hasta el 0,5%, desde el 0,4% de diciembre.

Por valores del Ibex, se prestaba atención a Almirall (-1,52%), después de anunciar un beneficio de 74 millones en 2020, un 30% menos que un año antes. Los peores del índice fueron Solaria (-5,81%) y Acciona (-5,34%). En el lado de las subidas, destacaron IAG (+7,81%), Aena (+4,89%) y Meliá (+4,34%), que ven luz al final del túnel con las campañas de vacunación. Entre los grandes, el mejor fue Repsol (+2,11%), animado por la subida del petróleo, mientras que Santander (-2,69%) e Iberdrola (-2,09%) registraron los mayores recortes.