GARA
BILBO

ELA y LAB insisten en que hay que terminar con la brecha salarial

En el Día Europeo de la Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres, los sindicatos ELA y LAB pusieron de nuevo el acento en que la brecha salarial continúa extendiéndose «de forma pandémica en nuestra sociedad» y exigieron «acabar con la división sexual del trabajo».

ELA lamentó que la brecha salarial continúe siendo «un fenómeno extendido de forma pandémica en nuestra sociedad», y cifró en 7.500 euros anuales (un 24 %) la diferencia entre lo que cobran hombres y mujeres en Hego Euskal Herria por realizar trabajos de igual valor.

El sindicato que lidera Mitxel Lakuntza pidió «políticas e iniciativas eficaces» para hacer frente a la brecha salarial, «medidas que no se queden en el plano formal o en soluciones superficiales», y que tanto las empresas privadas como las administraciones públicas cumplan la legislación vigente para erradicar este fenómeno.

«Estamos en una época donde se está promoviendo la privatización de los servicios públicos, y muchos de los servicios que la administración pública subcontrata son feminizados y precarizados», explicaron desde la central, que puso como ejemplo las residencias de ancianos, los servicios de limpieza o los comedores escolares

Por su parte, LAB cree «imprescindible romper la división sexual del trabajo» para acabar con la brecha salarial y que las mujeres tengan «salarios y condiciones laborales dignas». Con motivo de este día europeo, llevó a cabo movilizaciones frente a la Diputación de Bizkaia, en Bilbo; en Alderdi Eder, en Donostia, ante el Parlamento de Gasteiz y delante del Gobierno navarro, en Iruñea.

En la protesta de Bilbo, la responsable de la Secretaría Feminista, Eli Etxeberria, señaló que, además de romper la división laboral por sexo, «la publificación sería otra medida importante para acabar con la brecha salarial».

«La privatización de los servicios que son públicos supone la precarización de las mujeres trabajadoras, especialmente en los sectores relacionados con las labores de cuidado. Nos quieren en un segundo plano en el mercado laboral», afirmó, para agregar que «también deberían obligar desde los poderes públicos a las empresas que están masculinizadas a contratar a mujeres».

A juicio de Etxeberria, «no existen trabajos que sean propios de mujeres o de hombres», sino que es «una construcción». «La diferente valoración de estos en función de quién los realiza no es neutra, ni normal, ni natural. Las impone el sistema para que las condiciones laborales de las mujeres sean siempre peores o para que seamos nosotras las responsables de todos los trabajos de cuidados en los hogares», criticó.

En esa jornada reivindicativa, UGT-Euskadi urgió a abordar la reducción de la brecha salarial mediante cambios legales acordados en el grupo de Igualdad de la Mesa vasca de Diálogo Social de la CAV.