Unai Fernández de Betoño y Garbiñe Alkiza
Parlamentario en Gasteiz y concejala en Donostia de EH Bildu
KOLABORAZIOA

Arriola y la innovación en el «bypass» de la Concha

La gestión de la llamada pasante del metro de Donostialdea está siendo un auténtico laboratorio de innovación. El consejero Iñaki Arriola nos está demostrando todo un abanico de procedimientos para hacer (y vender) las cosas de una manera novedosa. Digno de ser analizado. Centrémonos tan solo en cinco de las innovaciones de Arriola.

Primero excavar, luego examinar. Arriola nos está demostrando que el sistema conocido como «learning by doing» es perfectamente aplicable a la obra civil subterránea. ¿Para qué perder tiempo y dinero haciendo más de siete sondeos en el proyecto del tramo Mirakontxa-Easo, pudiendo hacerlos después de cavar el túnel? Empezar una campaña de sondeos cuatro años después de comenzar las obras del bypass de la Concha es una idea bastante original, sin duda. Como para ser estudiada en futuras tesis doctorales de infraestructuras.

Contar el sobrecoste sobre el precio inicial de concurso, no sobre lo realmente adjudicado. Arriola demuestra ser un auténtico emprendedor, al aplicar una novedosa ingeniería contable al cálculo del sobrecoste del metro de Donostialdea. Aunque la cifra total de la obra civil de los dos tramos ya ronda los 150 millones de euros, según el propio consejero, no hace falta alarmar a la gente diciendo que eso supone un sobrecoste real de 69 millones (IVA aparte), es decir, del 64%. Mucho mejor innovar, y hacer el cálculo sobre lo licitado inicialmente en concurso, 120 millones de euros: así nos sale solo un 25%. Con esta maniobra, además, se desvía la atención sobre lo escandaloso: la subida de 69 millones, centrada casi exclusivamente en el tramo Mirakontxa-Easo, ya es de casi el 130% en dicho tramo. ¡Bastante más del doble!

Contar la evolución de un proyecto sobre los metros lineales abiertos, no sobre el presupuesto ejecutado y cerrado. Arriola vuelve a hacer magia con los números, al decir que tan solo falta por construir el 10% de la pasante del metro de Donostialdea. El método innovador es el de contar la evolución de una obra en función de los metros lineales empezados, cuando lo habitual sería contar cuánto presupuesto falta por ejecutar realmente. Así, según Arriola, «solo» faltan 500 metros, de un total de 4.200: poco más del 10%. En realidad, como mínimo faltan por ejecutarse 51 millones, que es el precio por el que se han licitado, de nuevo, las obras de esos «solo» 500 metros. 51 millones, que, del total de los 150 millones antes mencionados, suponen un 34%. Más de un tercio de la obra civil. Es decir, realmente falta tres veces más de lo asegurado por Arriola.

Defender que es urgentísimo actuar desde la Concha, y, después, tardar mes y medio en responder a Costas. En julio de 2020, ETS pidió permiso a Costas (Miteco) para arreglar el desaguisado del primer socavón de la calle Zubieta, con carácter de urgencia. Se le denegó parcialmente el permiso, impidiéndose ocupar la playa, ya que el Ayuntamiento de Eneko Goia también había emitido informes contrarios, por ser «temporada de baño». ETS volvió a pedir permiso en setiembre, a lo que el Ministerio respondió pidiendo más documentación. Arriola innovó de nuevo, y tardó mes y medio en facilitar dicha documentación. Finalmente, consiguió el permiso el 12 de noviembre, aunque ya era tarde: el segundo socavón apareció cinco días después.

Elegir la posibilidad más lesiva para las arcas públicas de entre las aconsejadas por el informe jurídico. Para la compleja rescisión del contrato de las obras del tramo Mirakontxa-Easo, Arriola pidió un informe jurídico a un conocido bufete de abogados. Dicho informe aconsejó dos opciones. La innovación de Arriola ha sido elegir la más lesiva para las arcas públicas de las dos aconsejadas. En vez de aplicar el régimen del Código Civil, que permitiría resolver el contrato por imposibilidad de continuar su ejecución en los términos previstos sin grave lesión para el interés público, Arriola ha vuelto a innovar, pactando la resolución con Sacyr, Cavosa, Campezo, Mariezcurrena y Zubieder: un 3% en concepto de lucro cesante, que se traduce en un millón de euros. Otro millón más, pagado entre todos, claro.

Para acabar, le sugeriríamos algo realmente novedoso al consejero Arriola: que investigue y depure las responsabilidades, tanto técnicas como políticas, existentes en el desastre de la pasante del metro de Donostialdea. Porque existen demasiados indicios ya de negligencias en el proyecto y la obra, así como en el control público de las mismas, responsabilidad suya.