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Detenidos varios almirantes retirados a los que Erdogan acusa de «golpe político»

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, arremetió ayer contra un grupo de almirantes retirados que criticaron los planes para abrir un nuevo canal en Estambul, afirmando que su declaración implicaba «un golpe político». Diez de los almirantes fueron arrestados. «El deber de los almirantes retirados es no publicar declaraciones que impliquen un golpe político», afirmó Erdogan en un discurso en Ankara.

«No tiene nada que ver con la libertad de expresión. En un país cuya historia está salpicada de golpes, esto es inaceptable», agregó Erdogan, que insistió en que «siempre se han producido golpes de Estado después de tales declaraciones». La carta, publicada este fin de semana por 104 ex almirantes advertía contra la amenaza que creen que representa el proyecto «Canal de Estambul» para el tratado que garantiza el libre paso a través del Estrecho del Bósforo.

El Gobierno islamista argumenta que el Canal de Estambul proporcionaría a la ciudad un nuevo centro de atracción además de aliviar el Bósforo, uno de los estrechos más congestionados del mundo.

Pero los opositores alertan de que, además de su impacto en el medio ambiente, el proyecto podría comprometer la Convención de Montreux que garantiza el libre paso de barcos civiles por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, tanto en tiempos de paz como de guerra, aunque impone restricciones a buques de guerra que no pertenezcan a los países que bordean el Mar Negro.

Según algunos observadores, el cuestionamiento del tratado podría facilitar el acceso de los buques de guerra estadounidenses al Mar Negro, que Rusia ve con malos ojos.

Erdogan sostiene que «la relación entre el Canal de Estambul y la Convención de Montreux es totalmente falsa. No tenemos la intención de abandonarlo». Pero añadió que «si surge la necesidad en el futuro, podemos enmendar cualquier convención si eso puede permitir que nuestro país siga adelante».

Detención de feministas

Por otra parte, las fuerzas de seguridad detuvieron a 22 mujeres en Diyarbakir, en Kurdistán, y registraron la sede de la organización feminista Rosa, que en otras ocasiones ha sufrido detenciones y acusaciones de «terrorismo». Su presidenta, Adalet Kaya, indicó que las autoridades buscan anular una protesta por la retirada de Turquía de la Convención de Estambul sobre los derechos de las mujeres,