GARA
DONOSTIA

El desempleo no da señales para ver cerca la recuperación económica

El mes pasado ‘solo’ sumó otras 500 personas más a la lista del paro registrado en las oficinas de empleo de Hego Euskal Herria. Nada que ver con las 14.000 de marzo de 2020, cuando la pandemia de coronavirus provocaba una insólita crisis sanitaria que tuvo su derivada económica. Pero la evolución del desempleo no está en fase descendente.

Hego Euskal Herria sumó en marzo 494 personas más desempleadas respecto a las registradas en los servicios públicos de empleo en febrero, debido sobre todo al ascenso en Bizkaia (+785), que contrasta con el descenso en Nafarroa (-499), siempre en términos mensuales.

En la comparación anual las cosas cambian mucho si las observamos por herrialdes. Al finalizar el primer mes de la crisis provocada por la pandemia, marzo de 2020, en Hego Euskal Herria había casi 7.000 personas en paro menos que ahora, que en total son 172.508. Y de ese incremento, el 74% por ciento lo ha aportado Nafarroa, ya que tiene 5.122 desempleados más que hace un año.

Si pasamos de las cifras absolutas a los porcentajes de la variación relativa, la diferencia también es muy llamativa: en un año, el paro registrado ha subido un 13,71% en Nafarroa, mientras que en Araba apenas lo ha hecho un 2,10%, y Gipuzkoa y Bizkaia quedan incluso más abajo, con el 1,37% y el 1,23%, respectivamente.

Un punto de partida malo

La ‘compensación’ de estas diferencias tan abultadas llega si nos fijamos en el punto de partida, que no era bueno en ningún caso. Al cierre de marzo de 2020, la tasa de paro sobre la población activa era del 12,33% para el conjunto de los cuatro herrialdes. Araba (13,92%) y Bizkaia (13,55%) tenían las tasas más elevadas, mientras que Gipuzkoa (10,14%) marcaba la más baja y Nafarroa navegaba entre dos aguas (11,82%).

Un año después y varias olas de covid por medio, la tasa es del 12,90% en Hego Euskal Herria. Aunque han empeorado, no han variado mucho los índices de Bizkaia (13,91%) y Araba (14,51%), mientras que el de Nafarroa ha dado el ‘salto’ más largo, hasta el 13,48%. La diferencia en Gipuzkoa (10,10%) es positiva, pero solo por 4 centésimas.

Todo esto teniendo en cuenta que el Lakua indicó ayer que uno de los factores que más ha influido en el comportamiento de los datos de marzo ha sido el ciberataque sufrido por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) el mes pasado. El viceconsejero de Empleo, Alfonso Gurpegui, explicó que Lanbide optó por proteger su propio sistema informático y que, además, desde el 9 de marzo activó la renovación automática de la demanda de empleo ante la dificultad de materializarla en sistemas informáticos y presenciales. Según dijo, esta circunstancia «evitó la salida ‘natural’ del desempleo de muchas personas».

Cuestión de agenda

Pese a todo, la lectura del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, es que los «malos» datos de marzo «no ocultan la fortaleza que sigue mostrando la economía vasca».

Por su parte, la consejera navarra de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, valoró como «moderadamente positivos» los últimos datos, si bien señaló que aún se observan «elementos de incertidumbre provocados por la pandemia y el proceso de vacunación».

Desde el ámbito sindical, LAB incidió en el balance interanual, señalando que los datos de afiliación a la Seguridad Social «también reflejan que la destrucción de empleo ha alcanzado un magnitud sin precedentes» y eso que «la utilización masiva de los ERTE ha evitado una catástrofe mucho mayor».

Mientras, ELA concluyó su análisis apelando a la necesidad de impulsar una «agenda social inequívoca que pasa por revertir las reformas de pensiones y las reformas laborales».