Los inversores regresaron ayer a las negociaciones después de un paréntesis festivo de dos días y tras conocer el fuerte repunte del lunes en Wall Street, donde el S&P 500 y el Dow Jones colocaban nuevos máximos históricos. El nuevo tirón al alza al otro lado del Atlántico tuvo una buena justificación en la fuerte recuperación del mercado laboral. En marzo se crearon 916.000 nuevos puestos de trabajo, muchos más de los 675.000 esperados. Además, la tasa de paro se redujo hasta el 6%, dos décimas menos que en febrero.

Este empujón de Nueva York llevó al Ibex a superar los 8.600 puntos con holgura y hacer un máximo intradiario pegado a los 8.700 puntos. Hoy abrirá con 8.634,60 puntos, tras anotarse un 0,66%. Tampoco vino mal la revisión al alza de la proyección de crecimiento del FMI para el Estado español. Según su criterio, el PIB crecerá este año un 6,4%, cinco décimas más que en su anterior previsión.

En el resto de las bolsas europeas también se dejó sentir el buen momento de Wall Street, que mantiene su sesgo positivo a pesar de los malos datos de la pandemia. Así, Francfort avanzó un 0,70%, París, un 0,47%, Milán, un 0,21%, y Londres, un 1,28%. En Nueva York, a la hora del cierre en Europa, el S&P 500 y el Nasdaq 100 seguían escalando posiciones, mientras que el Dow Jones cedía levemente.

Dentro del Ibex, las mayores ganancias fueron para Meliá (+3,91%), Indra (+2,47%) y Mapfre (+2,46%). En el grupo de los grandes, brillaron los avances de Iberdrola (+2,36%), BBVA (+1,82%) y Santander (+1,44%). Los títulos de Acciona (-4,86%) y Siemens Gamesa (-2,71%) fueron castigados por las intenciones de Estados Unidos de aplicar aranceles a las empresas eólicas, acusadas de vender productos por debajo de su precio de coste.