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BILBO

Atribuyen la muerte de un trabajador a la exposición al amianto en los sesenta

La Seguridad Social reconoce que un hombre que falleció el año pasado por un cáncer de pulmón se vio afectado por la exposición al amianto a finales de la década de 1960. Su viuda verá incrementada su pensión al tratarse de una enfermedad profesional.

La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha reconocido que el fallecimiento de un trabajador de las empresas Productos Aislantes SA (Paisa) y Zardoya Otis fue debida a su exposición profesional al amianto, según dio a conocer ayer CCOO.

Explicó que la exposición se produjo entre 1966 y 1968, período durante el que el operario trabajó en la empresa Paisa de Errenteria (Gipuzkoa), dedicada a la fabricación de piezas de baquelita, posteriormente adquirida por Ercros y en la que Osalan «ya había constatado anteriormente otros casos de exposición profesional al amianto».

Con posterioridad, el fallecido también trabajó en Zardoya Otis, dedicada a la construcción e instalación de ascensores, y, si bien el trabajador no manipuló directamente amianto en esta empresa, este material era con frecuencia un componente de los aparatos elevadores, concretamente en puntos de fricción del mecanismo de frenado.

El trabajador murió en agosto de 2020, a los 81 años, debido a un «carcinoma escamoso de pulmón con engrosamiento pleural», una dolencia que ha sido reconocida como enfermedad profesional por exposición al amianto. Con el reconocimiento del vínculo laboral de su enfermedad, la esposa del fallecido se beneficiará ahora de un incremento de su pensión de viudedad, derivado del nuevo cálculo de la base reguladora.

CCCO abogó por la aprobación de la ley para la creación de un fondo de compensación para las víctimas del amianto.