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TEHERÁN

Irán responde al sabotaje y las sanciones con otro gran paso en su programa nuclear

El pulso sobre el programa nuclear iraní paralelo a las negociaciones de Viena se enconó ayer con el anunció de Teherán –que recibió el respaldo de Moscú– de que aumentará al 60% el enriquecimiento de uranio, respondiendo a las sanciones de la UE y al sabotaje israelí.

Moscú y Teherán mostraron ayer un frente unido contra Washington y las potencias europeas en medio de las negociaciones en Viena para tratar de salvar el acuerdo nuclear de 2015, saboteadas por las últimas sanciones de la UE contra Irán y el sabotaje de una planta nuclear iraní, probablemente por parte de Israel.

El jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, pidió una vez más a EEUU que levante las sanciones adoptadas contra Teherán desde que Washington rompió el acuerdo. Desde Teherán y junto a su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, Lavrov criticó que la UE amenaza los esfuerzos negociadores al anunciar nuevas sanciones contra ocho responsables de seguridad iraníes. «En la UE no hay coordinación, la mano derecha no sabe lo que hace la izquierda, es lamentable. Si esta decisión se tomó voluntariamente en medio de las negociaciones en Viena para salvar el acuerdo nuclear, entonces ya no es lamentable, es un error que sería peor que un crimen», afirmó. En respuesta a esa decisión, Teherán dijo que suspenderá toda cooperación sobre derechos humanos, «terrorismo», lucha contra las drogas trata de personas y refugiados.

A la vez, Zarif advirtió a EEUU de que no obtendría ninguna ventaja en las conversaciones mediante actos de sabotaje o sanciones «que solo les complicarán aún más la situación».

Teherán acusó a Israel del sabotaje a su planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, que el domingo sufrió una explosión, lo que estimó «una mala apuesta» para detener los esfuerzos por levantar las sanciones.

De hecho, ayer anunció que comenzará a enriquecer uranio al 60%, lo que supone un gran paso en su desvinculación de los compromisos asumidos para limitar su programa nuclear. Actualmente está enriqueciendo uranio al 20%, muy por encima del límite de 3,75% fijado por el acuerdo. Un 60% le pondría cerca de pasar rápidamente al 90%, necesario para un uso militar.

EEUU lo consideró un anuncio «provocativo» y cuestionó la seriedad de Teherán.

Irán añadió que «1.000 centrifugadoras adicionales con una capacidad un 50% superior se añadirán a las máquinas presentes en Natanz».