Aritz INTXUSTA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Sanidad plantea dar las segundas dosis a las ocho semanas

El borrador de la sexta revisión del Plan de Vacunación recoge un retraso de las segundas dosis de Pfizer y Moderna hasta las ocho semanas de la primera inyección. Supone saltarse lo testado en los ensayos, pero va en la línea de lo que han hecho Gran Bretaña, Italia y el Estado francés, ya que permite inmunizar parcialmente a más gente.

La noticia saltó como una filtración en Cadena Ser, que luego detalló la Agencia Efe. El Ministerio va a plantear que la segunda dosis de Pfizer y Moderna (pautadas a los 21 y 28 días, respectivamente) se retrasen hasta las ocho semanas. Esto supone un salto en el vacío en tanto que puede afectar a la efectividad de las vacunas y no hay ensayo clínico que lo sustente, pero va en la línea de lo que han hecho otros países europeos, siguiendo la estela de Gran Bretaña, donde los resultados alientan a tomar una decisión así.

El retraso de las segundas dosis, según indica Efe, afectaría a menores de 80 años. Es decir, los más vulnerables sí que recibirían la pauta tal cual se probó la vacuna. A esto hay que añadir que la franja 60-69 años está siendo inmunizada con AstraZeneca, cuya dosis ya se había atrasado de los 21 días a tres meses. Esa primera decisión de dilatar la dosis de recuerdo se tomó en función del hallazgo de Londres, que tras lanzarse a espaciar las dosis «a ciegas», descubrió que retrasar las dosis de AstraZeneca mejoraba su efectividad hasta el 84%, mejora que fue después validada por la revista “The Lancet”.

Lo más discutible, a priori, sería alterar la pauta a la franja de 70-80 años, donde el covid genera casos graves en un tercio de los casos detectados. Por debajo de los 60 años, los casos graves son más infrecuentes y, por tanto, el margen para arriesgar con una potencial bajada de la efectividad sí parece más amplio.

Retrasar las segundas dosis había sido ya demandado por Catalunya, Madrid y Andalucía. La postura pública de la ministra Carolina Darias era de recelo, alegando que temía sobre todo por los más vulnerables.

La filtración de este posible giro en el plan de vacunación –que deberá ser discutido hoy y que luego tiene que pasar por el filtro de la Interterritorial, donde Darias se reúne con los consejeros de Salud de las comunidades–, llega después de que el Estado francés e Italia anunciaran que retrasarán las segundas dosis de Pfizer y Moderna a los 42 días. Madrid quiere estirar tres semanas más.

Desde la Asociación Española de Vacunología señalaron ayer que la decisión no es «la ideal», pero sí que puede ser razonable y útil para evitar muertes si se añade a la ecuación el ritmo al que las dosis están llegando.

La FDA de EEUU, el equivalente a la Agencia Europea del Medicamento, publicó un estudio que apuntaba a una eficacia del 80% con una única dosis para las vacunas de Pfizer y Moderna. Hay que tener muy en cuenta que, de partida, no se esperaba que estas vacunas fueran a alcanzar ratios de protección tan altos. Los números de eficacia de AstraZeneca y Janssen, que se quedan sobre un 70% de protección, ya fueron suficientes como para darles el visto bueno.

La semana pasada, el epidemiólogo del Ispln Jesús Castilla, que está midiendo la efectividad de las vacunas en la población navarra, ya apuntaba a GARA que el verdadero salto inmunológico se está notando entre las personas no vacunadas y las que han recibido una dosis. «Lo que hemos visto es que el verdadero salto, el más importante, es de no estar vacunado a recibir una dosis. De una dosis a dos, la mejoría es menor. Y también resulta menor la diferencia entre una marca y otra. Recibir la primera dosis supone mayor cambio que cualquier otro matiz», señaló el experto.

Prevención de los casos graves

Otro de los datos más llamativos que ofrece la experiencia de Gran Bretaña es que una sola dosis es muy efectiva a la hora de prevenir casos de covid grave. El Servicio de Salud escocés apuntaba que una única dosis de Pfizer o de AstraZeneca reducía las posibilidades de sufrir covid grave a una décima parte.

Como es sabido, ni siquiera con dos vacunas el riesgo de contagio llega a cero. No obstante, la inmunidad como tal no es el único objetivo. Esta reducción de casos graves es tan importante o más que evitar contagios con síntomas leves. Asimismo, hay que tener en cuenta que aunque un vacunado pueda transmitir la enfermedad a un tercero, tampoco implica que vaya a hacerlo en igual medida. Las infecciones son más cortas y la carga viral, menor. La espectacular evolución de Israel (reducción de casos en un 98%) ha probado de sobra esta mejoría.

A diferencia de Gran Bretaña, que apenas acaba de salir de un confinamiento duro, Israel sí está cumpliendo a rajatabla con los plazos de la segunda dosis, pues llegó a otros pactos con las farmacéuticas. Los vacunados con una dosis apenas solo son un 5% más que los que han recibido la pauta completa. Un 55% de la población ya ha sido inmunizada y el pasado fin de semana el país quitó la obligación de usar mascarilla en exteriores.

 

Ensayo para mezclar AstraZeneca con Pfizer

Biocruces de Bizkaia tomará parte en el ensayo clínico promovido por el Instituto de Salud Carlos III que tiene como objetivo evaluar la respuesta del organismo a una combinación de vacunas de diferente perfil: adenovirus (AstraZeneca) y ARN mensajero (Pfizer). Junto a Biocruces se han seleccionado otros cuatro centros del Estado: el Vall d'Hebron, el Clinic y los madrileños La Paz y el San Carlos.

El Ensayo Clínico CombiVacS, que se pone en marcha la semana que viene, pretende conocer la respuesta del organismo en cuanto a seguridad y a la capacidad de activar el sistema inmunitario e inducir una respuesta inmune de una dosis de la vacuna de Pfizer en personas que tengan una primera dosis de la vacuna AstraZeneca. El estudio está dirigido a personas voluntarias, mayores de 18 años, sanas y con salud estable, y mujeres no embarazadas. A estas personas se les hará seguimiento durante un año, con análisis intermedios a partir del primer mes.

El trabajo, lanzado desde el Ministerio español, busca dar una respuesta a las personas jóvenes que recibieron la primera dosis de AstraZeneca, antes de que se indicara para otras franjas de edad.