Aritz INTXUSTA

Cuba necesita jeringuillas para las vacunas propias que tiene casi listas

Cuba tiene seis proyectos de vacuna de subproteína en fase de ensayos clínicos. El Gobierno de la isla prometió al mundo liberar las patentes y la más avanzada de las candidatas, Soberana 2, ha comenzado a probarse esta semana en Irán en un ensayo de fase 3 con 24.000 pacientes. Sin embargo, se da la paradoja de que el país que ha conseguido desarrollar vacunas viables desde su sistema público tiene problemas para hacerse con jeringuillas suficientes como para vacunar a su población, por lo que se ha activado una red de solidaridad para enviar jeringas a La Habana.

En Euskal Herria dirigen este operativo Sodepaz y la Asociación Euskadi-Cuba. «Es una campaña que se ha activado en todo el mundo. No solo en Europa. Están respondiendo ciudadanos de distintos países de América Latina, Canadá...», explica a GARA José Manzaneda, de Euskadi-Cuba.

El objetivo fijado es enviar un millón de vacunas desde el Estado español. En principio, para inmunizar a toda la población cubana hacen falta 25 millones de jeringuillas, pues no está claro si alguna vacunas requerirán dos o tres dosis.

Manzaneda detalla que la campaña ha arrancado fuerte y que se ha recaudado ya cantidad suficiente para comprar más de la mitad del millón de jeringuillas propuesto. Un arranque tan favorable les ha sorprendido porque estos colectivos se encuentran todavía buscando adhesiones de partidos, sindicatos y organizaciones a la iniciativa.

Buscan una compra conjunta con otros países europeos, gracias a un acuerdo alcanzado por activistas suecos, que les ha permitido adquirir jeringas con aguja a 8 céntimos de euro. La previsión es que Europa envíe al menos diez millones de jeringuillas en un barco rumbo a la isla este mes de mayo.

«Cuba ha demostrado ser capaz de desarrollar vacunas contra el covid, pero no deja de ser un país pobre y bloqueado –recuerda Manzaneda–. Lo que más les cuesta adquirir es este material fungible, jeringuillas y agujas, de ahí que requiera de la solidaridad internacional».

Francisco Calderón, responsable de Sodepaz en el Estado español, explica que la petición de solidaridad les llegó desde el Ministerio cubano de Salud a través del contacto que mantiene esta ONG desde hace más de 30 años con el Ministerio de Medio Ambiente. «Oída la petición, diseñamos una campaña de donaciones para hacer posible el primer ensayo de intervención comunitaria que se va a desarrollar este mes en La Habana, donde viven 1,7 millones de personas. Si sale bien, el plan de Cuba es extender la vacunación a sus 11 millones de habitantes».

En las primeras dos semanas de campaña han recabado más de 64.000 euros en el conjunto de territorios del Estado español, pero su intención es mantener las cuentas solidarias abiertas hasta el 23 de junio, cuando la Asamblea General de la ONU vuelva a votar sobre el bloqueo. Un resultado que es previsible. En las últimas ocasiones, 187 países votaron a favor de levantar el bloqueo, pero EEUU y sus socios más fieles, como Israel, lo siguen apoyando, echando por tierra lo que el resto del mundo reclama. En Euskal Herria hay previstas movilizaciones.

Las vacunas cubanas

Cuba se ve capaz de fabricar hasta final de año unos 100 millones de dosis de sus proyectos más avanzados: Soberana 2 y Abdala. Se trata de vacunas más clásicas que las que se están empleando en otras partes del mundo. No hay ni ARN mensajero ni virus recombinantes, simplemente se inoculan fragmentos de la proteína S del coronavirus junto a otras sustancias que activan el sistema inmune. En este sentido, Cuba juega más sobre seguro que las farmacéuticas. Este tipo de vacunas ya se emplea en el calendario vacunal de Euskal Herria y, además, los institutos de investigación cubanos ya han tenido éxito creando sueros así contra otras enfermedades, como la meningitis. Sanofi y Novavax también tienen proyectos que usan esta técnica.

La isla estos días pasa por los peores momentos en cuanto a incidencia, reportando un millar de casos diarios. Además, no tiene posibilidad de acceder a otras vacunas del mercado internacional, un mercado que, por otra parte, está bloqueado por la situación en India, que de ser el mayor productor de vacunas ha pasado a ser otro de los grandes demandantes de ayuda.

Eulogio Pimentel, vicepresidente de BioCubaFarma (compañía que desarrolla y produce 8 de las 13 vacunas propias que se emplean en la isla), aseguró recientemente que «los resultados son alentadores: ambos candidatos vacunales [Soberana 2 y Abdala] han demostrado ser seguros y capaces de generar anticuerpos específicos contra el virus. Somos optimistas».