Raimundo Fitero
DE REOJO

Sismo

Todo ese ruido sordo que flota en el ambiente son las elecciones madrileñas que hacen que cada voto al caer en la urna provoque un eco en toda la península Ibérica. Ahora que ya está en manos del cuerpo electoral, el escrutinio posterior y las sumas y restas los resultados, habrá que reconocer que se trata de la acción electoral más inútil y prefabricada que se recuerde, pues en dos años, por ley electoral propia,  hay que volver a las urnas. Y si sigue gobernando IDA, estará haciendo lo que hacía antes de montar este terremoto trumpista que no sabemos a quién beneficia ya que, por mucho que quieran creerse que mañana se acaba el gobierno de Sánchez, eso no es otra cosa que una parte de la campaña antidemocrática del PPVox, cada vez más fuera de toda lógica aposentada en principios básicos.

Lo cierto es que el sismo que se nota en nuestros subsuelo, a veces en los Teleberri, en ocasiones en la cola de la pescadería es algo que está afectando al globo terráqueo. Esta serie de vibraciones de la superficie terrestre generadas por un movimiento brusco y repentino de las capas internas (corteza y manto), está removiendo el núcleo central de los poderes globales que irradian lavas y partículas esparcidas por el manto atmosférico que se posan de manera desigual en los gobiernos locales que se sustancian inmediatamente en actitudes represoras peligrosas. Colombia sin ir más lejos está en un momento crucial. Siempre es el mismo esquema, la extrema derecha actúa sin pudor, la población responde con manifestaciones que son reprimidas con violencia militar. Peligroso círculo.

Por eso hay que estar atentos a las pantallas, porque como esta noche al abrirse las urnas madrileñas no salga de ellas lo que dan por hecho va a suceder en el complot mediático, político y económico, la que se nos avecina va a ser gorda.