Un gran jurado federal de Estados Unidos imputó ayer a cuatro exagentes de Policía, entre ellos Derek Chauvin –ya condenado por asesinato–, por supuestamente haber violado los derechos constitucionales del afroamericano George Floyd, que murió en mayo pasado en Mineápolis (Minesota).

Según un comunicado del Departamento de Justicia, los cuatro expolicías –Chauvin, Tou Thao, J. Alexander Kueng y Thomas Lane– afrontan el cargo de no proporcionar ayuda médica a Floyd, mientras que tres de ellos están acusados de haber violado el derecho de la víctima a quedar liberada de un uso excesivo de la fuerza.

El escrito judicial describe que Chauvin presionó su rodilla izquierda contra el cuello de la víctima, y la derecha sobre la espalda y un brazo, mientras Floyd estaba esposado y sin resistir, e incluso cuando perdió la consciencia.

El gran jurado sostiene que las acciones de Chavin violaron el derecho constitucional del afroamericano a quedar libre de un uso no razonable de la fuerza por parte de un agente, lo que resultó en su muerte.

Argumenta que Thao y Kueng no intervinieron para detener a Chauvin, lo que también derivó en el fallecimiento del hombre de raza negra; y acusa a los cuatro de no haber proporcionado asistencia médica Floyd.

En un escrito separado Chauvin es también imputado de privar a otro residente de Mineápolis, de catorce años, de su derecho constitucional a quedar libre de un uso «no razonable de la fuerza», en otro arresto violento. En concreto el texto cuenta que en setiembre de 2017 Chauvin agarró al adolescente por la garganta y lo golpeó varias veces en la cabeza con una linterna, lo que le ocasionó heridas. Este caso y otros fueron mencionados por la acusación en el juicio contra Chauvin, pero no se les permitió presentarlas en el juicio.

Estas dobles imputaciones están permitidas en EEUU, pero son relativamente inusuales, más aún en casos de policías, y reflejan la importancia del caso en el contexto de rechazo a la violencia y racismo policial.

Se producen después de que Chauvin fuera declarado culpable el mes pasado por un jurado de asesinato involuntario en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado, tras ser juzgado por la muerte de Floyd ante un tribunal de Mineápolis.

Los tres agentes que participaron con Chauvin en la detención serán juzgados a finales de año, acusados de instigación y complicidad en la muerte de Floyd.

Floyd murió el 25 de mayo de 2020, después de que Chauvin presionara la rodilla contra su cuello durante más de nueve minutos, en un hecho que desencadenó una ola de protestas y disturbios raciales en EEUU sin precedentes en décadas.