Asier VERA
GOLPE DEL PRESIDENTE SALVADOREÑO AL PODER JUDICIAL

Bukele da el golpe definitivo a la democracia en El Salvador

Nayib Bukele no quiere oposición en El Salvador. Desea controlarlo absolutamente todo y lo está consiguiendo. Logró el poder ejecutivo en febrero de 2019 rompiendo con el bipartidismo histórico de los últimos 30 años entre la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Las elecciones legislativas del pasado 28 de febrero le permitieron aglutinar el control absoluto del Parlamento, al contar con 61 de los 84 legisladores a través de los partidos oficialistas Nuevas Ideas y la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA). Ya solo le quedaba manejar a su antojo el poder judicial, pero era cuestión de tiempo expulsar a quienes suponían su último contrapeso. No dejó pasar ni un día desde que se conformó la nueva Asamblea Legislativa el pasado 1 de mayo para que los diputados destituyeran a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), incluido su presidente, y poner fin al mandato del titular de la Fiscalía General, a quien acusaba de ser afín a ARENA.

Bukele daba así el golpe definitivo a la democracia en El Salvador, a falta de cambiar los pocos órganos que todavía no controla: el Tribunal Supremo Electoral, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, la Procuraduría General de la República y la Corte de Cuentas. No obstante, ya ha deslizado en twitter que «el pueblo no nos mandó a negociar. Se van. Todos». Las alarmas se han encendido a nivel internacional respecto a un país que sufrió una guerra entre 1980 y 1992, con un saldo de 75.000 personas muertas y entre 8.000 y 10.000 desaparecidas. La ONU, la OEA, la UE y EEUU han mostrado su «preocupación» por la separación de poderes en este pequeño país centroamericano de 6,7 millones de habitantes.

Comparación con los nazis. En un intento de convencer a la comunidad internacional de que las destituciones se ajustan a la Constitución, Bukele se reunió con el cuerpo diplomático, si bien no acudió el representante de EEUU. Lejos de apaciguar los ánimos, llegó a comparar con los nazis a quienes se oponen a las decisiones de la Asamblea. «El hecho de que cinco personas piensen lo mismo no quiere decir que tengan la razón», señaló poniendo como ejemplo que «en Alemania, decenas de millones de personas pensaban que estaba bien quemar judíos en un horno, es decir, mucha gente puede estar equivocada y aquí están equivocados».

Durante su mandato, siempre se ha topado con la Sala de lo Constitucional de la CSJ. Su mayor enfrentamiento fue en febrero del pasado año cuando entró a la Asamblea con militares fuertemente armados para presionar a los diputados para que aprobaran un préstamo de 109 millones de dólares, destinados a la tercera fase del Plan de Control Territorial con el que pretende luchar contra las pandillas. Los magistrados le ordenaron que dejara de utilizar al Ejército en actividades que pongan en riesgo la separación de poderes. Durante la pandemia, también han chocado el poder ejecutivo y judicial, después de que la CSJ declarase inconstitucionales una decena de decretos con los que quería controlar el covid extendiendo la cuarentena y encerrando durante dos semanas en centros de contención a quienes la incumpliesen.

El mandatario defiende que «el pueblo votó para que quitáramos a los magistrados y no lo hicimos con balas ni matando a nadie», sino a través de la Asamblea Legislativa. «Los diputados están cumpliendo y por eso no se ven grandes manifestaciones en las calles». En este contexto, está «asombrado» por la condena internacional de lo sucedido en el Congreso porque «no hay nada que discutir». Reconoce que nada más llegar al poder, lo primero que preguntó es «cuándo vamos a poner nuestro fiscal», a lo que le respondieron que para tener un «fiscal afín se va a tener que aguantar y esperar dos años». El guión se cumplió y Bukele ya se siente libre para hacer lo que quiera tras lograr el control absoluto en los tres poderes del Estado.