Toda la oposición reprobó ayer en el Parlamento a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, votando la propuesta inicial presentada por EH Bildu y también las enmiendas registradas por Elkarrekin Podemos-IU y PP-Cs, aunque la derecha española se abstuvo en la propuesta independentista. Los tres grupos exigieron también la depuración de las responsabilidades de los involucrados en las vacunaciones vip de cargos jeltzales en el Hospital de Basurto y en el de Santa Marina en enero.

PNV y PSE cuentan con mayoría absoluta en la Cámara, y con sus votos evitaron la aprobación de estos puntos, al igual que la semana pasada impidieron que las personas implicadas pudieran comparecer ante la Comisión de Salud para ofrecer sus versiones de lo ocurrido, que podrían no ser coincidentes con la oficial ofrecida por Gotzone Sagardui.

Precisamente ese rechazo a que se pueda conocer la verdad fue lo que reactivó una propuesta de reprobación de la consejera que EH Bildu había registrado en febrero, cuando se comprobó que Gotzone Sagardui había ocultado datos al Parlamento.

La consejera de Salud llegó al Parlamento acompañada por el lehendakari, Iñigo Urkullu. El portavoz del Ejecutivo autonómico, Bingen Zupiria, hizo luego declaraciones mostrando el apoyo de todo el Gobierno a Sagardui, que asistió a ese punto del debate. A su conclusión, varios compañeros se acercaron a felicitar a la consejera, siendo especialmente entusiasta Iñaki Arriola, que hasta tres veces chocó su codo con ella.

«¿Por qué temen a la verdad?»

El debate lo abrió la parlamentaria Rebeka Ubera, de EH Bildu, diciendo que ayer era un «día triste» para el Gobierno, para la oposición y para toda la sociedad. Admitió que «un gobierno puede acertar o no a la hora de gestionar los problemas, y eso es algo que puede ser comprensible y hasta aceptable», pero añadió que «lo inaceptable es mentir, como lo es también utilizar la mayoría absoluta para encubrir esas mentiras, y eso es lo que han hecho en este caso la consejera de Salud y los grupos que sostienen al Gobierno».

Ubera, como otros representantes de la oposición, se preguntó qué teme el Ejecutivo para impedir incluso que los afectados puedan dar su versión en la Cámara. La parlamentaria incidió en que «la sociedad vasca tiene derecho a conocer toda la verdad, y el PNV y el PSE le deben una explicación: ¿por qué quieren imponer el relato único de la consejera Sagardui? ¿Por qué no quieren que se escuche a las demás personas implicadas? ¿A qué tienen miedo? ¿Qué quieren ocultar?».

«No nos merecemos –dijo Ubera– un gobierno que nos mienta, que maneje las vacunas y todo lo que llega a sus manos a su antojo, como si este país o este Parlamento fueran su cortijo, y que además no asume su responsabilidad».

Jon Hernández, de Elkarrekin Podemos-IU, reprochó a los partidos del gobierno que deberían haber sido los primeros interesados en que se conozca toda la verdad. Sin embargo, señaló, se ha visto «la intencionalidad descarada del PNV, y con él del PSE, que no querían transparencia sino pasar página». Hernández recordó que cuando EH Bildu registró la propuesta de reprobación, Elkarrekin Podemos-IU presentó una enmienda a la totalidad, más centrada en depurar todas las responsabilidades. Pero explicó que la actitud del Gobierno, que ha sido una «mordaza», les «obliga a votar a favor de la reprobación», porque cualquier otra cosa sería un voto de confianza a la consejera de Salud.

También la portavoz del PP-Cs, Laura Garrido, ha apuntado que «ingenuamente» creía que no se llegaría a este pleno, porque para esta fecha la consejera habría dimitido ya o el lehendakari le habría cesado. Le reprochó que haya faltado a la verdad, pero también que haya «demonizado a todo aquel que discrepaba. No ha admitido ninguna crítica. No ha respondido a preguntas y las ha considerado ataques personales».

PNV-PSE: «Está todo claro»

Por PSE y PNV intervinieron Ekain Rico y Luis Javier Telleria, que acusaron a la oposición de hacer «un teatro» y de tener ya condenada a la consejera desde el 27 de enero, cuando pidieron su dimisión en la comisión de Salud, y desde el 12 de febrero, cuando EH Bildu registró su petición de reprobación. Por lo tanto, afirmaron que la negativa a que otras personas hablaran en el Parlamento no es la razón.

A su entender, todo está aclarado con lo dicho hasta ahora por la consejera, y las comparecencias eran innecesarias porque, según Telleria, en los gobiernos se actúa «por el principio de dependencia jerarquía», y Gotzone Sagardui ya ha hablado en nombre de todos los miembros de su Departamento.

PNV y PSE impidieron que el Boletín Oficial del Parlamento quede un acuerdo de reprobación de la consejera de Salud, pero no podrán borrar ni del Diario de Sesiones y las hemerotecas lo que quedó dicho.