Juan Mari Arregi
KOLABORAZIOA

Intentona criminal con destino vasco que no es noticia

Hace un mes y medio centenar de policías españoles y portugueses, en una operación denominada “Carvao” que comenzó a principios de 2020, detuvo en Medina del Campo (Valladolid) a un grupo de narcotraficantes vascos que pretendían meter en Euskal Herria cerca de mil kilos de cocaína, según informó en su día la agencia EFE y que ha vuelto a recordar estos dias por una rueda de prensa de las autoridades vallisoletanas para anunciar el ingreso en prisión de sus responsables.

Los detenidos, cuya identidad se mantiene oculta, responden las iniciales J. A. P. A., nacido en 1961 en Bilbao y a quien se considera «narcotraficante histórico» y líder de esa organización, G. M. C, nacido en 1965, y A. M. en 1969. Un empresario vasco, un ertzaina y un argelino.

La droga, que tenía como destino Euskal Herria y que podría haber alcanzado en el mercado un precio de más de treinta millones de euros (30.170.000), la ocultaban en carbón vegetal cárteles mexicanos y colombianos mediante un complejo proceso químico.

La forma de actuar consistía en un entramado de agencias inmobiliarias y de congelación de comidas, con apariencia de legalidad, que importaban la droga desde Barranquilla (Colombia). El método para camuflar la droga en el carbón según la Policía es «novedoso» y de difícil localización porque sus autores transportaron desde Barranquilla 1.364 sacos de carbón y solo treinta estaban contaminados con cocaína.

Hasta aquí la versión policial de una información que ha pasado «desapercibida» para los grandes medios informativos incluidos los vascos. Este diario GARA recogió esa información en su digital NAIZ aunque no la pasó al papel impreso. Otros diarios han recogido muy brevemente la información escondida en sucesos. Por supuesto no ha habido ningún comentario editorial.

Llama la atención que mientras se dedican páginas y páginas diarias, asi como editoriales, a la pandemia, se preste tan poca atención e incluso se trate de ocultar esta información que, de no haberse incautada la tan grande cantidad de cocaína, podría haber sido causa incluso de muertes de, entre otras personas, no pocos jóvenes vascos. Recuerda uno lo que pasó con la droga introducida en Euskal Herria por la guerra sucia dirigida desde los distintos gobiernos de Madrid y que causó muchas muertes especialmente de jóvenes vascos.

Sorprende que los partidos políticos vascos y gobiernos vasco y navarro, que salen inmediatamente a condenar pintadas o algunos golpes a un exconcejal del PP, se queden tan anchos ante esta intentona criminal de introducir casi mil kilos de cocaína en nuestros pueblos.

Y sorprende mucho más que el Consejero de Interior de la CAV y su Gobierno presidido por Urkullu se mantengan en silencio ante la implicación directa en esta intentona criminal de un miembro de la Ertzaintza.