Pilar Garrido
Coordinadora general de Podemos Ahal Dugu
KOLABORAZIOA

Por responsabilidad de país

En ocasiones, una sociedad se tiene que enfrentar a adversidades no previstas, ni siquiera imaginables. Esta pandemia llegó hace más de un año y, de la noche a la mañana, volaron por los aires nuestros planes y proyectos de vida. En ese sentido, lo que nos corresponde a los responsables políticos, más allá de poner los medios para paliar esta crisis, es reconocer la capacidad de sacrificio de una población que lo ha pasado y lo sigue pasando realmente mal.

Ahora parece que vislumbramos la luz al final del túnel, pero no podemos actuar de forma apresurada y temeraria; recordemos que lo que está en juego son vidas humanas. En Podemos Ahal Dugu somos conscientes de ello, por eso desde Elkarrekin Podemos-IU se ha hecho un tremendo esfuerzo para acordar una ley que va a permitir proteger mejor la salud de la gente. Y lo hemos hecho siendo conscientes de que el exceso punitivo no es el camino para enfrentar esta tarea; el camino correcto es regular de manera clara cuáles son los límites que se pueden establecer por los poderes públicos a los derechos fundamentales, y quiénes y cómo pueden decidir. Para Podemos Ahal Dugu la toma de decisiones, incluso en momentos excepcionales, debe ser participada.

El acuerdo que hemos logrado en el Parlamento Vasco es importante en la medida en que garantiza la previsión y la capacidad de respuesta de las instituciones ante una situación de crisis sanitaria sobrevenida. Nuestras aportaciones sin duda contribuirán a mejorar estas políticas sociosanitarias. Por eso, queremos ser un partido clave en las futuras decisiones en materia de Salud, siempre y cuando el Gobierno asuma que el debate con la oposición ha de ser honesto y desde el respeto mutuo. No vamos a perder el tiempo en imposturas retóricas ni en un falso diálogo de cara a la galería que reduce la política a puro marketing. Esta pandemia nos ha enseñado que la ciudadanía espera una actitud responsable de sus representantes políticos, del mismo modo que sus gobernantes se la exigen a ella.

Nosotras hemos criticado con firmeza muchos aspectos de la gestión que el Gobierno Vasco ha hecho de la pandemia: la negativa a paralizar la actividad no esencial durante los peores días de abril o a implantar una tasa covid, el modelo de atención de las personas mayores, o las ineficientes medidas para paliar las consecuencias sociales. Sobre todo, nos ha parecido incomprensible y muy grave la falta de seguridad y claridad en la toma de decisiones que aumentaba, sin lugar a duda, la incertidumbre y la ansiedad de la ciudadanía vasca.

Pero la crítica no implica que renunciemos al acuerdo político cuando estimamos que nuestra contribución va a servir para mejorar, de manera concreta, la vida de la gente. La Ley Antipandemia que se aprobará con nuestros votos y en cuya redacción hemos participado es garantista, pues impide la restricción de derechos fundamentales si no es en el marco del estado de alarma; profundiza en la participación ciudadana con la creación de foros destinados a tal efecto, haciéndola más democrática; incorpora a los sectores socioeconómicos afectados en las comparecencias de la consejera, contribuyendo a la transparencia; reduce la parte sancionadora del borrador, incidiendo en la pedagogía. Hemos hecho todo esto por responsabilidad de país; no porque seamos socio preferente de nadie.

Se han quedado pelos en la gatera, algunos, importantes. Los acuerdos conllevan renuncias. El faro para tomar la decisión más correcta es pensar en la vida de la gente, nunca guiarse por el tacticismo oportunista.

Lo decimos siempre, somos una fuerza política sin mochilas y sin complejos. A los hechos me remito.