Koldo Campos
Escritor
AZKEN PUNTUA

En blanco y negro

Suelen reunirse una vez al año. Esta vez fue en Londres. Se llaman el G7 o, lo que es lo mismo, los siete países más ricos del mundo. Así nos lo han repetido constantemente los medios: Estados Unidos, Japón, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y Canadá (cualquier día incluirán a Israel). La crema, lo mejor de cada casa.

Y yo, pobre e ignorante mortal, que paso por encima de las secciones económicas de los periódicos porque aún no he aprendido a leerlas y porque, además, creo que se hacen con ese fin; yo que no tengo ni remota idea de por qué fluctúa el precio del acero en el mercado de Londres, cae tres puntos la bolsa en Singapur y cierra al alza la base invertida de interés bancaria que, dicho sea de paso, es una txorrada que me acabo de inventar y que hasta es posible que exista para que nadie lo sepa; yo que supongo debe haber manuales, estadísticas, estudios que den explicación a mi perplejidad y a mi ignorancia, sigo sin respuesta a mi pregunta:

¿Cómo pueden ser, al mismo tiempo, los siete países más ricos del mundo también los más endeudados? ¿Tiene alguna lógica elemental, de parvulario, esta presunta contradicción entre soy el que más tiene porque soy el que más debe?

Según el FMI, Estados Unidos soporta el 31% de la deuda del mundo, 20 billones que le debe al mundo. Sigue Japón, detrás el resto.

(Preso politikoak aske)