Maite UBIRIA
BAIONA

Desde hoy sin mascarilla y desde el domingo sin toque de queda en Iparralde

El pasado lunes, 14 de junio, el director general de Sanidad francés, Jerôme Salomon, aseguraba en el matinal de RTL que a partir del 1 de julio no será obligatorio el uso de la mascarilla en exteriores. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad emitió una nota horas después para aclarar que «todavía no hay una decisión tomada». Ayer, fue Jean Castex, primer ministro y mano derecha de Emmanuel Macron el encargado de dar la «buena noticia». Un anuncio doble, y realizado en la recta final de la campaña a las elecciones regionales y departamentales, que se celebrará el próximo domingo.

De acuerdo a lo anunciado, salvo algunas excepciones –plazas, mercados y, en general, lugares o momentos con fuerte afluencia de público– desde hoy el uso de la máscara en exteriores no será obligatorio en el Hexágono. Así, en Euskal Herria, los ciudadanos de Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi serán los primeros en estrenar vida exterior sin mascarillas, mientras el debate también se abre camino en el resto de herrialdes.

Toque de queda, diez días antes

La decisión de reponer el uso de la mascarilla se adoptó en setiembre, con lo que quedan atrás nueve meses de vida exterior enmascarada. Y cambiará el paisaje social, una vez más. Y es que en las últimas semanas se han sucedido las peticiones para levantar la obligación de portar la mascarilla en espacios exteriores, ello al calor del avance importante en la vacunación, ya que el pasado fin de semana el Estado francés superó la barrera de los 30 millones de vacunados (con al menos una dosis).

Uno de cada dos ciudadanos mayores de edad ha recibido ya la vacuna en el departamento de Pirineos Atlánticos, del que forma parte Ipar Euskal Herria. El martes arrancó, además, la vacunación de los más jóvenes (12-17 años). Ese contexto es el que ha pesado a la hora de adelantar plazos, no ya en lo que respecta a la máscara sino también al toque de queda a las 23.00 horas, que debía decaer definitivamente el último día de junio pero que se levantará el domingo.

París ha acelerado los ritmos en relación a la mascarilla pese a que el propio ministro de Sanidad, Olivier Véran, dijo la semana pasada que esta debía seguir utilizándose «al menos hasta el 30 de junio». Un criterio que contó con el aval del presidente del Consejo Científico, Jean-François Delfraissy, que expresó que «habría que mantener esa medida al menos hasta final de junio, porque a partir de esa fecha va a ser de difícil aplicación». Al final se ha impuesto el realismo de que las normas se respetan cada vez menos.

De hecho, las imágenes de hinchas franceses celebrando la victoria de su selección de fútbol en el partido de Eurocopa contra Alemania dejó claro que, para cada vez más gente, aunque por distintos motivos, las vallas están para saltarse. Poca máscara y menos prisa por volver a casa se percibía en las imágenes que saltaron ayer por la mañana de las redes a las pantallas de televisión entre alguna que otra amonestación y muchas declaraciones comprensivas a cargo de representantes políticos.

Las imágenes de París y otras grandes urbes han dejado, por cierto, en bastante buen lugar a los aficionados al rugby que celebraron el sábado en Biarritz el ascenso de su equipo al Top14. Ese allanamiento futbolero a las reglas sanitarias, que no parece que vaya a tener grandes consecuencias penales, colocan, por contra, en una posición bastante más incómoda al prefecto de Pirineos Atlánticos, Eric Spitz, que presentó denuncia el lunes contra la dirección del BO.