Sorprende saber que el Barça levantó la noche del martes su primer título de Liga ACB desde el año 2014, y que consumó su primer doblete desde 2011, pero es así. Así culminaba el primer año de la «era Jasikevicius», un proyecto faraónico en nombres, no tanto en fichajes; que no ha deslumbrado por su juego, aunque le ha permitido a los aficionados rescatar a un Pau Gasol más que digno para el basket.

Los blaugranas superaron por 0-2 al Real Madrid en la finalísima liguera, vapuleando a la escuadra merengue por 92-73 en el definitivo choque del Palau Blaugrana. A mayor placer culé, el MVP de la final fue el exmadridista Nikola Mirotic, autor de 27 puntos y 35 de valoración, superando a los de Pablo Laso en todos los aspectos, partiendo de una frescura física mayor.

Apuestas acertadas

Jasikevicius, Nick Calathes y Pau Gasol han sido las apuestas por las que ha soltado dinero este Barcelona, amén de dejar irse a Heurtel. Guste o no el estilo «cementero» de Saras, la apuesta ha sido ganadora.

Solo la Euroliga ha quedado fuera de su alcance, después de una final en la que Anadolu Efes se desquitó de la «deuda» del año pasado. Y el Barça, en venganza, ya les ha arrebatado a Sanli y amenaza con quitarles a Moerman, mientras que Micic se va a la NBA.

Así son los clubes futboleros, que arreglan sus problemas a golpe de talonario, aunque cuando juegan con algo de sentido, les sale mejor. Este Barça ha acabado defenestrando a Claver y Oriola, y casi a Hanga y Westermann, pero también ha descubierto a Bolnaro y Sergi Martínez, y ha recuperado para la causa a Kuric, Abrines y un Pau Gasol que, con su mate a la contra en el tercer cuarto del martes, borró de un plumazo las dudas sobre su estado físico, a pesar de estar cerca de los 41 años con dos largos años previos de inactividad.

Histriónico, pesado, histérico en varias ocasiones... así era Saras Jasikevicius de jugador y así es como entrenador, y todo apunta a que ha llegado a Barcelona para quedarse. Por ahora, tiene un doblete.