El voto en contra del PSN y las abstenciones de Navarra Suma y Geroa Bai impidieron que saliera adelante una moción presentada por I-E y EH Bildu, en la que se reclamaba al Gobierno navarro que arbitre compensaciones a Modou Khadim, el ciudadano senegalés que fue expulsado del Estado español tras acudir a una cita trampa en el Ayuntamiento de Ribaforada en mayo de 2018. El alcalde en ese momento, Jesús María Rodríguez (PSN), es actualmente director general de Administración Local y Despoblación del Gobierno navarro.

Marisa de Simón (I-E) recordó que a Khadim se «le tendió una trampa» y que la citación era «un pretexto ficticio para la detención». Destacó que tanto el Defensor del Pueblo navarro como la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) constataron que se actuó de manera irregular.

Patricia Perales (EH Bildu) lamentó que los partidos que sostienen al Gobierno «se hayan puesto de perfil» en este caso, perdiendo la oportunidad de que el Parlamento dé un mensaje de credibilidad y confianza a la población migrante ante «un caso de racismo institucional».

Jorge Esparza (Navarra Suma) tildó la moción de «cobarde» y preguntó qué hubiera sucedido si el alcalde afectado fuera de su grupo.

El argumento de Virginia Magdaleno (PSN) para tratar de justificar su voto en contra fue que «nadie vino aquí a defender a esta persona cuando sucedieron los hechos y ahora vienen con una moción política a atacar a un Gobierno socialista (sic)».

A Blanca Regúlez (Geroa Bai) le alegró que se presentara la moción, según ha señalado, pero no la apoyó porque la consideró «un brindis al sol».