La Comisión de Salud del Parlamento de Gasteiz dio ayer su visto bueno al informe de la ponencia exprés de la Ley Antipandemia que el pleno de la Cámara aprobará el próximo jueves, 24 de junio. Y en ese mismo día se va a dar la paradoja de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, convocará un Consejo de Ministros extraordinario en el que se aprobará la liberalización del uso de mascarilla al aire libre, mientras PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU sacan adelante una ley que obligará a su uso.

La Ley Antipandemia, que según sus impulsores iba a dar seguridad jurídica a las actuaciones del Gobierno de Iñigo Urkullu, recoge en su artículo 20.3 que «será obligatorio el uso de la mascarilla para las personas mayores de seis años, con independencia de la distancia interpersonal, tanto cuando se esté en la vía publica y en espacios al aire libre, como cuando se esté en espacios cerrados».

En el artículo 20.2 se da a entender que esto será así «mientras dure la emergencia sanitaria», que sigue estando en vigor en la CAV y que en caso de que se levante –como hizo el lehendakari para facilitar la convocatoria electoral del 12 de julio de 2020– dejaría sin efecto casi todo el conjunto de la ley.

Fuentes especializadas y del ámbito jurídico ya habían llamado la atención de forma pública sobre la muchas carencias que tiene la Ley Antipandemia que van a aprobar PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU. Pero quizá nadie había previsto que el primer día ya le saltaran las costuras, puesto que un decreto del Gobierno español se impone sobre la ley autonómica.

Horas después del anuncio de Sánchez, durante la rueda de prensa en la que explicó lo acordado por el LABI, Urkullu fue cuestionado por este llamativo choque entre el contenido de la ley y lo dispuesto por el mandatario español, y el lehendakari admitió que lo que decida el Gobierno español, «que es quien tiene la facultad», será lo que rija también en esta materia.

Así, indicó que lo que diga la Ley Antipandemia «no obsta» para que cuando se apruebe «nosotros, como Gobierno, atendiendo a la obligatoriedad en todo el territorio del Estado español, emitamos un decreto que ponga en valor la liberación del uso de mascarillas en exteriores en esas condiciones».

En cualquier caso, Urkullu dejó claro su malestar con el modo de proceder de Pedro Sánchez, y lamentó «la forma» en la que anunció que las mascarillas dejarán de ser obligatorias. «No creo que es buena costumbre la que se está adquiriendo de conocer determinadas propuestas, que todavía no son firmes y que tienen que ser consultadas en el Consejo Interterritorial de Sanidad, por los medios de comunicación», criticó.

Pese a ello, explicó que «no tenemos nada en sentido contrario» a levantar la obligación de la mascarilla, «siempre diciendo que estamos hablando del uso de mascarillas en el exterior y con la reserva de que, incluso en el exterior, en caso de que haya motivos de concentración excesiva de personas, será necesario el uso de la mascarilla».

Cierre a las 02.00 y reapertura de txokos y sociedades gastronómicas

El LABI decidió ayer flexibilizar algunas de las restricciones que estaban vigentes en la CAV desde el 2 de junio, debido a la mejora en la situación epidemiológica y asistencial.

Según informó luego Iñigo Urkullu, en la reunión se acordó ampliar el horario de cierre de actividades de hostelería, sociales y culturales hasta las 02.00 horas, y aunque en la hostelería se mantendrá el 50% de aforo en los interiores y la prohibición de consumo en barra o de pie, la organización del servicio, tanto en interiores como en terrazas, podrá ser de hasta seis personas por mesa, frente a las cuatro actuales.

Además, se autoriza a abrir las sociedades gastronómicas y txokos, con unas reglas asimilables a las de hostelería, y se recupera con límites la presencia de público en las competiciones deportivas. En la práctica deportiva no hay límites al aire libre, pero en interiores el máximo será de diez y en los vestuarios el aforo pasa al 50%.GARA