La reflexión que alguien célebre hace sobre algo, en un momento determinado, suele ser un recurso muy agradecido para explicar, en pocas palabras, lo que quizás merecería un desarrollo ideológico más argumentado. Antes de llegar la tecnología a nuestras vidas, se editaban libros con frases de filósofas, artistas o escritores importantes. El libro era como un manual del pensamiento. Las frases daban a quienes las repetían un plus intelectual, ya que el público llegaba a considerarles grandes estudiosos de los personajes a los que nombraban. Internet ha destrozado el mito. Hoy, cualquiera que busque en Google puede conocer las mejores reflexiones de los hombres y mujeres que han marcado pautas en la historia de la humanidad. Hoy, por ejemplo, me he topado con una frase de Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista italiano, que pone nombre a la dolorosa apatía social que nos asola y deja las calles sin la fuerza crítica de la protesta popular. Es la indiferencia, el «peso muerto de la historia», afirma Gramsci. Por ella resbalan las injusticias del sistema hasta eliminar y sacrificar la conciencia. Un amigo suele decir que mi recurso más identificativo es la poesía, en especial la de Mario Benedetti. Le voy hacer caso y les voy aconsejar un poema, “No te salves”. Dice lo mismo que Gramsci, pero invita a matar la indiferencia y a llenar de vida la Historia.