EDITORIALA

En el Estado español falta cultura democrática

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado, una vez más, contra el Estado español. Los jueces hispanos vieron «enaltecimiento del terrorismo» en un discurso de Tasio Erkizia pronunciado durante un homenaje a Argala, dirigente de ETA muerto en atentado por los aparatos del Estado. El TEDH no ve en sus palabras nada más que el ejercicio de la libertad de expresión. El Estado español sigue sin entender qué son las libertades políticas y que su ejercicio es esencial para la existencia de un Estado democrático.

La nueva condena europea coincidió ayer con los indultos parciales que concedió el Ejecutivo español a los presos políticos catalanes. Significativamente, el “Financial Times” llevó ayer a su portada la cuestión de los indultos y la víspera el Consejo de Europa aprobó una declaración política en la que pedía liberar a los nueve represaliados y retirar las euroórdenes. Europa sigue de cerca lo que ocurre en Catalunya. Por esa razón, los indultos parciales parecen una maniobra dirigida, principalmente, a evitar nuevos reveses en Europa. Unos indultos con muchos condicionantes para que se puedan considerar un paso firme de cara a encauzar el conflicto político en Catalunya mediante el diálogo y el ejercicio democrático del derecho a decidir. Estos indultos son a la vez un alivio humano relevante y un parche político limitado. Por ejemplo, mantienen las inhabilitaciones, es decir, siguen negando la libre participación política. Moncloa no piensa en ensanchar el Estado de Derecho, piensa en corto y en elecciones. Y a pesar de esta falta de ambición del Ejecutivo Sánchez, las fuerzas de la derecha presionan con intensidad, con palabras gruesas, mentiras y discursos incendiarios.

En el Estado español se prohibe la palabra que no gusta, se inhabilita y encarcela a candidatos que elige el pueblo, se persigue a los interlocutores, se proscriben referéndums... Lo que falta en el Estado español es cultura democrática. Y en Europa lo saben de sobra.