Itziar Ziga
Escritora y feminista
JOPUNTUA

Aún no ha nacido quien nos pare

Nuestro mundo comienza a abrirse de nuevo tras lo peor de la pandemia. Lentamente para mí, tan ávida de diversión; feroz para todas las mujeres. Los machos van matando a mis hermanas, ahora que la puerta de casa vuelve a ser superable. Convoco a mis compinches en ese chiringuito playero donde siempre atardece en rosa flúor, y los cócteles no tienen fin.

—Las mujeres son asesinadas, podríamos decir, no por nada que hayan hecho, sino por lo que otros perciben que son. En cuanto que mujeres, son consideradas propiedad del hombre, es el hombre el que ostenta el poder sobre sus vidas y sus muertes. No hay ninguna razón natural que justifique esta estructura fatal e injusta de dominación y terror —afirma vibrante y pausada Judith Butler.

—Los hombres tienen miedo a vivir la muerte simbólica de lo que, durante siglos, han entendido como su hombría y por eso reaccionan brutal y patológicamente, agrediendo y matando realmente a la novia, a la compañera, a la esposa, a la madre de sus hijas e hijos... Antes que renunciar a su estatus, autoridad, fantasía masculina... matan. Mitigan así su miedo a morir —asiente, tan sabia, Magda Catala.

—Se miran al espejo hoy y no se soportan. Porque por una vez no les devuelve la imagen que esperan. Porque el espejo son nuestras historias. Y no les gusta el papel que tienen en ellas. En ellas son monstruos, y no quieren verse como monstruos —concluye Cristina Fallarás, agitando su melena de fuego.

—Si piensas que la igualdad es el objetivo, tus estándares son muy bajos. No es suficiente el ser iguales a los hombres cuando los hombres actúan como bestias. No basta con incorporarse. Necesitamos crear un mundo al que merezca la pena incorporarse —brama Barbara Ehrenreich.

—No olvidemos —ilumina Riane Eisler— que durante miles de años, las sociedades no fueron ni jerárquicas, ni violentas ni dominadas por los hombres.

—¡Aún no ha nacido quien nos pare! —concluye La Furia, detonando el akelarre.