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BRUSELAS

La ley homófoba húngara ahonda en la división de la Unión Europea

El rechazo de líderes europeos y varios Estados a la ley húngara que equipara informar a menores sobre la homosexualidad con la pedofilia abrió una nueva crisis en la UE. La Comisión Europea y 17 Estados reaccionaron con dureza, pero el rechazo no es unánime y la división puede extenderse al tema migratorio en la cumbre de hoy.

Las tensiones entre varios líderes europeos y Hungría por una ley homófoba han evidenciado la división entre los miembros de la Unión Europea, que están lejos de compartir criterios sobre derechos sociales, sobre todo en lo referente a los colectivos LGTBI.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó de «vergüenza» el texto de la ley húngara que entrara en vigor en julio y que prohíbe la difusión a menores de contenidos sobre la homosexualidad, comparándolos con la pedofilia o la pornografía.

Van der Leyen adoptó un tono inusualmente duro en las instituciones comunitarias, habituadas a mostrarse simplemente «preocupadas», y aseguró que el texto va en contra de los valores fundamentales de la UE. Bruselas ha enviado una carta a Budapest para pedir que lo retire.

El Gobierno húngaro respondió utilizando el mismo término de «vergüenza» para denunciar las críticas de Von der Leyen que, según Budapest, están «basadas en falsas acusaciones».

El Ejecutivo afirmó que al ley «protege los derechos de los menores, garantiza los derechos de los padres y no se aplica a la orientación sexual de los mayores de 18 años. No tiene elementos discriminatorios».

Además, criticó que Von der Leyen emita una opinión política sesgada sin basarse en una investigación imparcial», La canciller alemana, Angela Merkel, también denunció una «mala» ley, «incompatible con mi idea de política».

A la vez, 17 países de la UE expresaron en una declaración conjunta su «grave preocupación» por la normativa y pidieron a la Comisión que use todas las herramientas para garantizar el respeto de los derechos de todos los ciudadanos de la UE.

Los 17 aseguraron, además, que la ley viola el derecho a la libertad de expresión con el pretexto de proteger a los niños.

Pero la declaración no es unánime. Al menos Polonia, Bulgaria, Rumanía, Chequia, Eslovaquia y Croacia no la habían firmado ayer. Y esta división se verá hoy en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en la que, aunque no está en el orden del día, varios líderes presionarán al primer ministro húngaro, Viktor Orban, para que retire la ley. La cumbre también abordará la gestión migratoria en la que el bloque está lejos de acordar una reforma de la política de asilo y en la que se evidenciarán los bloques internos, con países como Hungría o Polonia contrarios a cualquier responsabilidad con los migrantes.

En la firma de la declaración faltó también Portugal, que alegó el deber de neutralidad por ostentar la Presidencia de turno de la UE, lo que ha desatado una tormenta política en el país.

La polémica ha tenido repercusión en la Eurocopa, ya que el Ayuntamiento de Munich, donde Hungría jugó ayer contra Alemania, propuso iluminar el estadio Allianz Arena con los colores del arco iris, como protesta contra la ley. La negativa de la UEFA provocó un vasto movimiento de solidaridad. Munich iluminó sus sitios más emblemáticos con los colores de la comunidad LGTBI y numerosas capitales europeas lamentaron la decisión justificada por la UEFA por «neutralidad política».