Los dirigentes políticos del procés salieron ayer de la cárcel y, en el caso de los siete hombres de la prisión de Lledoners, lo hicieron prácticamente en manifestación tras una pancarta con el lema «freedom for Catalonia» que pudiera verse en los muchos medios internacionales que siguieron el momento. Atrás quedaron las celdas, pero no las reivindicaciones de amnistía, autodeterminación e independencia que mantienen en alto, como dejaron claro en sus alocuciones.

La primera en salir fue la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. Le recibieron la actual presidenta del Parlament, Laura Borràs; los consellers Roger Torrent, Joan Ignasi Elena, Tània Verge, Jaume Giró y Victòria Alsina; la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta; la vicepresidenta primera del Parlament, Alba Vergés; la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales; la exconsellera y diputada de ERC Meritxell Serret; el diputado de la CUP Carles Riera, y una veintena de personas.

Una vez en la calle, Carme Forcadell tomó la palabra y recordó que «nosotros queremos la amnistía». Señalo que «hoy es un día de alegría, pero que no es completa, porque lo que queremos es el final de la represión, que todas las personas represaliadas puedan salir a la calle libremente y que los exiliados puedan regresar».

Cuando Forcadell salió de la cárcel todavía llovía. Pero las crónicas en directo destacaron que en Lledoners, cuando los presos recuperaron su limitada libertad –siguen inhabilitados– dejó de llover y salió el sol.

«No hay indulto que nos calle»

El exvicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras; los exconsellers Quim Forn, Josep Rull, Jordi Turull y Raül Romeva; el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, abandonaron la cárcel con la pancarta de libertad para Catalunya y una estelada. Les recibieron decenas de personas, entre las que se encontraba el president de la Generalitat, Pere Aragonès.

A un centenar de metros de la puerta de la cárcel se instaló un pequeño tablado desde el que hablaron los líderes independentistas. El primero fue Jordi Cuixart, quien aseguró que «no existe el indulto que haga callar al pueblo de Catalunya» y aseguró que «hoy no es un día de renuncia, es un día en el que los catalanes nos reafirmamos para seguir luchando. La represión no nos ha vencido y no nos vencerá».

Por su parte, Jordi Sánchez destacó que «hoy es un gran día para este país, porque pese a todo lo que la justicia española y el Estado nos ha querido y nos ha hecho, salimos todos juntos, dignos y unidos. No aceptaremos ningún silencio a cambio de los indultos».

Posteriormente habló Quim Forn, quien señaló que «nos preocupaba cómo íbamos a salir de la prisión y hoy podemos decir que salimos con unas convicciones inamovibles, no hemos cambiado de opinión, sino que seguimos pensando lo mismo. Seguiremos luchando por la independencia».

Josep Rull también subió al escenario para afirmar que «mirábamos las imágenes del 1-O y pensábamos qué dignidad, qué orgullo más grande servir a este país. Quien tiene que pedir perdón son aquellos que pegaron a nuestra gente por querer expresar democráticamente su derecho a ser libre». Añadió que «nos dicen que tenemos derecho a ser independentistas, pero no tenemos derecho a conseguir la independencia. Y les decimos que seguiremos luchando para conseguirla y ganaremos».

Jordi Turull tuvo un recuerdo para los exiliados. «Que sepan los exiliados –dijo– que ahora se sumarán nueve personas más para conseguir su libertad porque, hasta que ellos no la consigan, la nuestra no será una libertad plena. Nuestro compromiso no es parcial, ni revisable, ni condicionado».

Por su parte, Raül Romeva pidió «que nadie se equivoque, salimos a trabajar por la libertad, por la amnistía, por la autodeterminación y por la república».

El último en tomar la palabra fue Oriol Junqueras, quien afirmó que con la salida de la cárcel «no acaba nada», sino que «todo continúa» y aseguró que salen con el «compromiso renovado» de trabajar por la independencia y por todos los «represaliados».

Además de los excarcelados que acababan de recuperar la libertad, también intervino el president de la Generalitat, Pere Aragonès, quien reclamó «energía para buscar una solución política que permita defender la independencia en un referéndum pactado».

Una vez finalizadas las intervenciones, los siete presos posaron para una nueva fotografía conjunta, mientras los reunidos cantaban 'Els segadors'.

Bassa, la última en salir

La última en salir de la cárcel fue la exconsellera Dolors Bassa, que abandonó la prisión de Puig de les Basses. Entre otros, en el exterior se reunieron para recibirle las conselleras Laura Vilagrà, Teresa Jordà y Lourdes Ciuró, la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, y el secretario general de UGT, Camil Ros.

También ella tomó la palabra y afirmó que «la represión no ha acabado, pero este es un primer paso».

No cabe olvidar que en la actualidad hay unas tres mil personas encausadas en procedimientos judiciales ligados con el 1-O y otras causas del procés.

Enfrían la reforma penal

Por otra parte, junto a la concesión de los indultos se habló de la reforma del Código Penal para cambiar la tipificación de los delitos de sedición y rebelión, al entender que están «desfasados y obsoletos».

Según Europa Press, fuentes del Gobierno señalaron que todavía no cuentan con apoyos suficientes para ello. Es decir, aunque el Ejecutivo mantiene su intención de impulsar la reforma en esta la legislatura, no prevé hacerlo a corto plazo.

Lo que sí anunció la Moncloa es la reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès el próximo martes 29 de junio.