GARA
BOGOTÁ

El despliegue policial amenaza una nueva jornada de protesta en Colombia

Una nueva jornada de movilizaciones del Paro Nacional en Colombia comenzó, coincidiendo con el Día de la Independencia, en un ambiente festivo en las numerosas marchas en el país, pero amenazada por un fuerte despliegue policial y las instrucciones del presidente.

Una multitudinaria protesta llenó ayer de color y música las calles de Colombia, donde miles de ciudadanos se manifestaron para plantear al Gobierno sus peticiones de justicia, paz, empleo y educación, así como para apoyar los 10 proyectos de ley anunciados por los sindicatos.

La movilización coincidió, además, con el Día de la Independencia de Colombia y con el inicio de un nuevo período legislativo.

Jóvenes y organizaciones sociales se congregaron en los parques y plazas más céntricas de sus ciudades con batucadas, banderas y pancartas para exigir también el fin de la violencia estatal contra los manifestantes.

«¡Vamos todos unidos! ¡A parar para avanzar, viva el paro nacional!», gritaron representantes de la Federación Colombiana de Educadores, durante su recorrido por Bogotá. En la capital se celebraron más de una veintena de manifestaciones. «Llegamos al mediodía con total tranquilidad y queremos terminar el día con total tranquilidad», destacó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.

Los protagonistas del comienzo la jornada fueron los actos culturales, los bailes y desfiles que marcaron una atípica celebración del Día de la Independencia.

En Cali, epicentro de las protestas que comenzaron el pasado 28 de abril, los manifestantes exigieron respeto por los derechos humanos, la vida y la dignidad de los colombianos.

En Popayán, capital del departamento del Cauca, manifestantes indígenas, a ritmo de chirimía gritaban «¡Revolución, vamos a luchar!» y exigían seguridad para los líderes sociales.

La música también marcó la movilización en Medellín donde los jóvenes de la denominada «primera línea», que hacen frente a la Policía, cantaban: «Las balas que disparaste, van a volver».

Diez proyectos al Congreso

Las movilizaciones fueron convocadas por el Comité Nacional de Paro (CNP), que, a la vez, presentó diez proyectos de ley en los que recogen las demandas que llevaron a las mesas de diálogos con el Gobierno, que terminaron hace más de un mes sin ningún acuerdo.

«Lo que millones de colombianas y colombianos han reclamado en las calles es un cambio radical en el enfoque y el alcance de las políticas sociales», manifestó el CNP al anunciar las propuestas que llevarán esta semana al Congreso Nacional para que sean tramitadas.

Con ellas quieren garantizar salud, ingresos, empleo, educación, seguridad alimentaria, economía solidaria, protección de los pueblos étnicos y la juventud, una reforma a la Policía Nacional y el ejercicio de la protesta pacífica.

Para ello plantean una renta básica mensual por un año para 7,5 millones de hogares, gratuidad universal de la educación superior pública, fortalecimiento de la red pública de salud, apoyo para la reactivación económica de las pequeñas y medianas empresas y el sector agropecuario y acciones contra las violencias de género, entre otras propuestas.

Pero la jornada se veía amenazada por las instrucciones del presidente, Iván Duque, a las fuerzas de seguridad para que actúen con «contundencia» para «defender a la ciudadanía de los vándalos y terroristas», que hacía temer incidentes a última hora. La Policía Nacional desplegó 65.000 efectivos ante esta movilización.

Las protestas en Colombia han vivido duros actos de represión policial que desde abril han dejado al menos 84 muertos, más de mil heridos, violaciones, ataques a periodistas y sanitarios, más de 1.300 detenidos y decenas de desaparecidos.

Duque ataca los bloqueos

En la apertura del periodo legislativo en el Congreso, Duque, que la semana pasada defendió el derecho a la protesta en Cuba, afirmó que en Colombia «no existe el derecho a interrumpir las oportunidades de vida de los demás». «Los bloqueos sólo logran beneficiar el caos. Impedir que una persona llegue a su trabajo, acceda a los servicios de salud o se le prive de tener comida en su mesa es un delito, sin ambivalencias ni licencias morales», añadió.

Pese a las cifras de la represión y a las denuncias de organismos de derechos humanos, Duque sostuvo que la fuerza pública colombiana «está sujeta a los más altos estándares en materia de derechos humanos».