I.B.
BILBO

Urkullu considera ahora «absolutamente imprevisible» el efecto de la variante Delta

Las personas que hacen un seguimiento más o menos estrecho de la evolución de la pandemia llevan meses atentos a los efectos y características de la variante Delta, cuya mayor capacidad de contagio y de evasión del efecto de las vacunas cuando no se ha completado la pauta lleva siendo objeto de análisis desde que asoló India en primavera.

Esta variante del virus es la que está detrás del rápido aumento de los contagios en Gran Bretaña, que retrasó un mes el alivio de las restricciones, previsto en principio para el 21 de junio, y también en Israel, donde parecía que ya se había vencido al virus y han tenido que reinstaurar algunas medidas.

Había precedentes, por tanto, para conocer el potencial impacto de esta cepa, que ha acabado por llegar a Euskal Herria con las consecuencias que estamos viendo estas últimas semanas. Sin embargo, Iñigo Urkullu declaró ayer que «es una circunstancia absolutamente imprevisible la que se está produciendo con esta variante delta».

El lehendakari hizo estas declaraciones el día en que la CAV notificó el mayor número de casos de covid desde el inicio de la pandemia, 1.583 –873 en Bizkaia, nuevo récord–, y cuando la incidencia acumulada se ha situado en 630 casos por cien mil habitantes. Precisamente, hace dos semanas Urkullu dijo que la hipótesis de trabajo que manejaba su Gabinete era que en los próximos cuatro meses, y «en el peor de los supuestos», la tasa de incidencia acumulada no iba a consolidarse por encima de los 300 casos por cien mil habitantes. Ya ha doblado esa cifra.

Reunión del LABI esta tarde

El mandatario autonómico hizo esas declaraciones tras la reunión del consejo asesor del LABI, que decidió no adoptar ninguna medida para frenar la ola de contagios que ya arreciaba pero que no había alcanzado las dimensiones que tiene ahora.

Dos semanas después, el órgano que gestiona la respuesta institucional a la pandemia en la CAV vuelve a reunirse esta tarde. A este respecto, en declaraciones realizadas durante una visita a la planta de papel Lucart, en Artziniega, Urkullu dijo que está a expensas de las medidas que pueda proponer la comisión científico técnica del LABI ante el agravamiento de la situación, para adoptar las decisiones que considere oportunas.

«Tenemos una capacidad de actuación en función de ley de medidas contra la pandemia. Vamos a seguir profundizando en ella y, si es necesario, adoptar cuantas estimemos necesarias para intentar atajar la trasmisión», expuso el lehendakari, quien no hizo ninguna valoración sobre el rechazo de Pedro Sánchez a recuperar la obligación de la mascarilla y a adoptar otro tipo de medidas legales, tal como le había pedido por carta.

El Congreso valida el decreto sobre el uso de las mascarillas

El Congreso convalidó ayer en un Pleno extraordinario el decreto ley por el que el Gobierno español eliminó la obligatoriedad de usar mascarillas en el exterior, siempre que se pueda mantener la distancia de seguridad. El Consejo de Ministros aprobó este decreto el 24 de junio y entró en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado, pero debía pasar por el Congreso para su ratificación.

Ese trámite se solventó ayer con los votos favorables de los partidos en el Gobierno, PSOE y Unidas Podemos-IU, además de otras fuerzas políticas como EH Bildu. El PNV, por contra, optó por la abstención, después de que el lehendakari Iñigo Urkullu pidiera el lunes por carta a Pedro Sánchez que cambiara la norma y volviera a hacer obligatoria la mascarilla.

Con todo, la mascarilla sigue siendo obligatoria en interiores y también en exteriores siempre y cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros.GARA