«Estados Unidos carece de potestad para sancionar a miembros del Gobierno cubano. El Gobierno de Estados Unidos no tiene la menor autoridad ni legal ni política ni moral para andar sancionando gente por el mundo cuando se sabe que tiene una conducta bastante reprobable en materia de represión», afirmó el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en rueda de prensa tras conocerse la imposición por parte de Washington de sanciones financieras al ministro de Defensa, Álvaro López Miera, y a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior cubano (Minint). La Administración de Joe Biden responsabiliza a ambos de la «represión» y las detenciones practicadas por las fuerzas de seguridad cubanas durante las protestas del 11 de julio en la isla e invocó la Ley Magnitsky, que permite a EEUU castigar a quienes hayan cometido abusos de los derechos humanos o actos de corrupción en otros países.

El Gobierno de Cuba rechazó por «infundadas y calumniosas» las sanciones y exhortó a EEUU a ocuparse de la violencia en su propio territorio. «Debería aplicarse a sí mismo la Ley Global Magnitsky por los actos de represión cotidiana y brutalidad policial que costaron 1.021 vidas en 2020», escribió Rodríguez en Twitter, después de que la Casa Blanca ordenara congelar los activos e intereses de López Miera y de la brigada conocida como los «boinas negras» en EEUU.

Ambos fueron incluidos en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro, lo cual les prohíbe acceder al sistema financiero estadounidense. Pero el impacto de estas sanciones, que se suman al bloqueo financiero y comercial sobre la isla desde hace seis décadas, es muy limitado, especialmente porque el Minint en su conjunto ya estaba en la lista de la OFAC y López Miera probablemente no tenga activos en EEUU.

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que «las sanciones del Gobierno de Biden son solo el comienzo».

Durante su campaña, Biden prometió volver al deshielo con Cuba y dar marcha atrás a muchas de las sanciones impuestas por Donald Trump, pero sus cálculos parecen haber cambiado desde que llegó al poder. Ahora endurece su posición.

«Información manipulada»

Rodríguez volvió a acusar a Washington de «manipular información e imágenes» sobre movilizaciones en el país. «Aquí no ha habido un acto de represión contra el pueblo cubano, de la misma manera que no ha habido un estallido social», aseveró.

El ministro informó de que la mayoría de los detenidos en las protestas se encuentran en libertad y emplazó a la Casa Blanca a aportar datos de las detenciones de menores, de las torturas y de las desapariciones que denuncia y le acusó de mentir cuando dice que el Gobierno cubano se apropia de parte de las remesas. «Las remesas no se gravan, no hay impuestos, no hay aranceles. Quien fija una comisión de servicio no es el Gobierno cubano, es la compañía Western Union», sostuvo el canciller, que exhortó a EEUU a presentar pruebas.

Rodríguez lamentó que ante «el fracaso de la intentona de generar inestabilidad y atentar en contra de la institucionalidad», la Administración Biden «intenta desviar la atención».

Durante su comparecencia del jueves (madrugada en Euskal Herria) se refirió también a la anunciada presencia –ayer– de una «flotilla de apoyo a Cuba» –zarparon cuatro barcos– organizada por exiliados de Florida que tenía intención de realizar una travesía hasta la zona próxima al territorio marítimo cubano dentro de la zona contigua reconocida por el derecho internacional.

Rodríguez advirtió al Gobierno de Biden de que actúen con «seriedad» para evitar incidentes que «no convienen a nadie». «Espero que el Gobierno de los EEUU aplique y garantice que se cumplan sus leyes. Solamente lo prevengo de su responsabilidad con lo que es ya hoy una grosera violación del derecho internacional porque debería impedirlo (...)», recalcó.