Esteban Ocon (Alpine), a sus 24 años, logró ayer su primera victoria en un Gran Premio de Hungría único e irrepetible, que comenzó con lluvia y una montonera y acabó con una remontada épica de Lewis Hamilton (Mercedes), del 14º al 3º, que le da el liderato en el Mundial de Fórmula Uno.

Sebastian Vettel fue segundo y Carlos Sainz y Fernando Alonso se tuvieron que conformar con el cuarto y el quinto, respectivamente, tras una gran carrera de ambos en la que lucharon hasta el final por su trofeo.

Este GP de Hungría pasará a la historia de las locas carreras de la Fórmula 1. Como Olivier Panis en 1996 en Mónaco o como Pierre Gasly en 2020 en Monza en Italia, otro fracés, esta vez Ocon, supo aprovechar las circunstancias para ganar. El piloto de Evreux, en Normandía, ha tenido que esperar a su 78º Gran Premio para entrar en el círculo cerrado de ganadores de la F1, ahora formado por 111 pilotos.

A las 15.00, la carrera había comenzado bajo la lluvia y, ya en la primera curva, Valtteri Bottas (Mercedes), Charles Leclerc (Ferrari), Sergio Pérez (Red Bull) y Lance Stroll (Aston Martin) tuvieron que retirarse. Max Verstappen (Red Bull), golpeado en el pile-up, no pudo hacerlo mejor que el décimo con un coche dañado y se vio obligado a ceder el liderato mundial a Lewis Hamilton.

Tras ese accidente, Ocon supo gestionar su ventaja ante Vettel y tuvoo la inestimable ayuda de su compañero Fernando Alonso, que defendió durante 11 vueltas el ataque de Hamilton para que no pudiera culminar su escalada al primero, salvando así el triunfo del otro piloto de Alpine.